La dirofilariosis es una enfermedad parasitaria causada por nematodos del género Dirofilaria. Las dos especies más comunes que afectan a los mamíferos son Dirofilaria immitis, conocida como el gusano del corazón, y Dirofilaria repens. Aunque esta enfermedad es más prevalente en perros y gatos, también puede afectar a otros mamíferos, incluidos los humanos.
El ciclo de vida de Dirofilaria involucra dos huéspedes:
Mosquitos: Los mosquitos actúan como vectores intermediarios. Cuando un mosquito pica a un animal infectado, ingiere larvas del parásito llamadas microfilarias, que circulan en la sangre. Estas larvas se desarrollan dentro del mosquito hasta llegar a una forma infecciosa (larvas de tercer estadio). Luego, el mosquito infectado puede transmitir las larvas a otro huésped al picarlo.
Mamíferos (huéspedes definitivos): Una vez dentro de un mamífero, las larvas migran a través del torrente sanguíneo hacia el corazón y los pulmones, donde maduran hasta convertirse en gusanos adultos. En perros y gatos, los gusanos adultos pueden causar graves problemas de salud al obstruir las arterias pulmonares y las cámaras del corazón.
Perros: En los perros, Dirofilaria immitis causa la forma más grave de la enfermedad, conocida como dirofilariosis cardiopulmonar. Los gusanos adultos pueden crecer hasta 30 cm de largo y vivir varios años, causando daño en el corazón, los pulmones y las arterias pulmonares. Los síntomas incluyen tos, fatiga, dificultad para respirar y, en casos avanzados, insuficiencia cardíaca y muerte.
Gatos: Aunque menos común en gatos, la dirofilariosis puede ser grave, con síntomas como tos, vómitos, dificultad para respirar y pérdida de peso. La respuesta inflamatoria en los gatos puede ser intensa, incluso con una carga parasitaria baja, lo que puede llevar a un síndrome respiratorio agudo llamado HARD (Heartworm Associated Respiratory Disease).
En humanos, la infección por Dirofilaria es rara y generalmente asintomática. Sin embargo, cuando ocurre, puede manifestarse de las siguientes maneras:
Nódulos pulmonares: Dirofilaria immitis puede migrar a los pulmones y causar la formación de un nódulo, que se puede descubrir incidentalmente en una radiografía de tórax. Aunque a menudo es benigno, puede confundirse con un tumor maligno hasta que se realiza una biopsia.
Nódulos subcutáneos: Dirofilaria repens tiende a causar infecciones en la piel, manifestándose como nódulos subcutáneos en varias partes del cuerpo, especialmente en las extremidades y el rostro. Estos nódulos suelen ser indoloros y, en la mayoría de los casos, se detectan visualmente.
Diagnóstico en animales: En perros y gatos, el diagnóstico se realiza mediante pruebas de sangre que detectan antígenos de gusanos adultos o microfilarias. También pueden usarse ecocardiografías y radiografías para evaluar la presencia y el daño causado por los gusanos.
Diagnóstico en humanos: En humanos, la dirofilariosis se diagnostica a menudo después de una cirugía o una biopsia de un nódulo sospechoso. La identificación del parásito en la muestra confirma el diagnóstico.
Tratamiento: En perros, el tratamiento incluye medicamentos antiparasitarios para eliminar los gusanos adultos y las microfilarias, además de tratamientos para controlar los síntomas y las complicaciones cardiovasculares. En casos avanzados, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para extraer los gusanos. En gatos, el tratamiento es más complejo debido a la sensibilidad del animal a los fármacos antiparasitarios; se enfoca en el manejo de los síntomas.
En humanos, la dirofilariosis no suele requerir tratamiento antiparasitario, ya que los parásitos adultos no alcanzan la madurez completa en humanos. Los nódulos subcutáneos o pulmonares a menudo se extraen quirúrgicamente para confirmación diagnóstica y resolución del problema.
La prevención de la dirofilariosis en animales es fundamental y se basa en:
Tratamientos preventivos: Existen medicamentos preventivos que se administran regularmente a perros y gatos para matar las larvas de Dirofilaria antes de que puedan madurar. Estos medicamentos suelen administrarse mensualmente.
Control de mosquitos: Reducir la exposición a los mosquitos es clave para prevenir la infección. Esto incluye el uso de repelentes de insectos, mantener a las mascotas en interiores durante las horas pico de actividad de los mosquitos, y eliminar las áreas de agua estancada donde los mosquitos pueden reproducirse.
La dirofilariosis es una enfermedad significativa en veterinaria, especialmente en áreas donde los mosquitos están presentes durante todo el año. Su manejo y prevención son esenciales para la salud de las mascotas. En humanos, aunque la enfermedad es rara, es importante que los médicos estén al tanto de su existencia para evitar diagnósticos erróneos de nódulos pulmonares u otros síntomas.
En resumen, la dirofilariosis es una enfermedad parasitaria que afecta principalmente a perros y gatos, con graves consecuencias para la salud si no se trata. La prevención mediante tratamientos antiparasitarios y el control de los mosquitos son las mejores estrategias para proteger a las mascotas y minimizar el riesgo para los humanos.
La Dirofilariosis es una enfermedad de declaración obligatoria.
Orden 3/2016 de 4 de marzo de 2016 de la Comunitat Valenciana.
Éstas son aquellas enfermedades que, debido a su relevancia para la salud pública, deben ser notificadas a las autoridades sanitarias de manera obligatoria cuando se detectan casos en la población. Estas enfermedades suelen incluir infecciones graves, enfermedades transmisibles y otras condiciones que podrían representar un riesgo significativo para la salud pública, lo que permite a las autoridades sanitarias tomar medidas de control y prevención oportunas.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org