La llegada de la primavera trae consigo una mejora del tiempo que invita a salir a respirar oxígeno y estirar las piernas por el campo o la montaña con nuestros fieles compañeros. Pero al mismo tiempo que disfrutamos debemos estar atentos a algunos peligros, como las orugas que bajan con el calor de sus nidos o las espigas que saludan al sol. España es tierra de abundantes cereales que proporcionan alimento a personas y animales. Pero en primavera comienzan a aparecer sus inflorescencias, las espiguillas que pueden provocar graves problemas en los perros.
Las espigas tienen forma de arpón para adherirse a cualquier ser vivo que pase por su lado. De esta manera se pueden trasladar a un lugar adecuado para eclosionar. El pelo de los perros es perfecto para este fin. El problema es que pueden penetrar en el oído, el ojo o la nariz del perro ocasionando lesiones de leves a graves con fuertes dolores, ya que las espigas son ásperas y duras, y pueden incluso perforar el tímpano.
También hay que tener especial cuidado con los espacios interdigitales, ya que pueden perforar la piel y desplazarse formando trayectos fistulosos que provocan la formación de granulomas.
La forma de la espiga permite su avance por el interior del cuerpo sin retroceso. Las razas más propensas a sufrir las afecciones producidas por las espigas son aquellas que tienen las orejas largas y caídas, el pelo largo y un tamaño entre pequeño y mediano, como el Cocker Spaniel.
¿Qué podemos hacer?
El veterinario nos recomienda extremar la precaución y en el momento de volver a casa revisar el manto de nuestro perro, poniendo especial atención en los espacios interdigitales, orejas y ojos. No estaría de más peinarlo para eliminar cualquier resto que se le haya podido quedar adherido al manto y darle un baño. En el momento de revisar sus oídos debemos fijarnos en si el acceso al conducto auditivo tiene un color rosado pálido, ya que este es un síntoma de salud.
Si se sale con frecuencia por zonas donde sabemos que hay altas probabilidades de encontrarnos con estas malas compañeras también se recomienda recortar los pelos de zonas en las que se suelen quedar enganchadas.
¿Cómo saber si tiene una espiga?
Si conocemos bien a nuestro perro sabremos si le pasa algo. Cuando sacude con fuerza la cabeza o se rasca más de lo habitual puede estar indicando que tiene algo en el interior de su oído. Puede haber un aumento de la secreción y hasta desprender mal olor Acude inmediatamente al veterinario, la inflamación auditiva produce mucho dolor. El perro puede llegar incluso a andar con la cabeza ladeada.
Si se ha alojado en algún espacio interdigital probablemente se lama la zona con frecuencia y suele aparecer un granuloma (inflamación) en el punto de entrada.
Si se aloja en el ojo el perro lo tendrá rojo, con el párpado inflamado, incluso con pus. En los cornetes nasales provoca estornudos y pequeñas hemorragias.
Cuidado, si encuentras espiguillas en el oído o el ojo del perro, no intentes extraerlos. Es mejor acudir al veterinario, que cuenta con los conocimientos y el material adecuado para hacerlo.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org