¿Necesita tu gato ir al veterinario?

La especie felina es particularmente sutil a la hora de mostrar su malestar. Por eso, los propietarios tienen que estar muy atentos para saber detectar a tiempo aquellas señales que les indiquen que al gato le pasa algo malo. Es preferible mantener al gato sano antes que curar cualquier enfermedad. Por eso, las recomendaciones veterinarias básicas comienzan por llevar a cabo determinados protocolos de prevención: 

-Vacunación.
-Desparasitación interna y externa.
Otros aspectos muy importantes en la salud de las mascotas son:
-Una alimentación equilibrada: tipo de pienso y raciones.
-Higiene: oídos, ojos, dientes, pelaje y uñas.

Síntomas extraños
Algunos de los signos que advierten de que el gato no se encuentra bien serán:
Cambios en el carácter: Los gatos cambian su comportamiento volviéndose menos sociables o agresivos. A veces se esconden.
Postura: Adquieren unas posturas “anormales” para tratar de proteger las zonas que les duelen.
Aseo: Normalmente los gatos enfermos dejan de asearse y presentan un aspecto más desaliñado.
Alimentación: Habitualmente reducen la ingesta de comida sólida o de bebida. Incluso pueden negarse a comer o beber.
Eliminaciones: Puede que se reduzcan o desaparezcan las excreciones (orina y/o heces) También se pueden percibir eliminaciones inadecuadas (gotas de orina o diarrea) o incluso presencia de sangre.
Vocalizaciones: Un animal enfermo y dolorido puede emitir bufidos o gruñidos. El ronroneo normalmente indica que el gato se encuentra a gusto, pero un ronroneo constante también puede sugerir dolor fuerte.

Otras manifestaciones
Existen otras señales, quizá menos perceptibles, que indican que al gato le duele algo:
Dolor agudo: Aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria. También puede elevarse la presión arterial, la diuresis, la salivación. Además se puede observar una dilatación de las pupilas y un menor apetito.
Dolor crónico: Decaimiento progresivo del paciente.
 

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