Nunca se insistirá los suficiente en la importancia de hacer revisiones periódicas a las mascotas. En el caso de los gatos esto tiene mucho más sentido, ya que son animales esquivos, a los que les cuesta manifestar que algo no funciona en su organismo. Por eso es muy importante fijarse en cualquier cambio que se produzca en sus rutinas diarias, por muy sutil que parezca, porque puede estar indicando que tiene algún problema.
Aquí indicamos las principales patologías que el veterinario puede detectar en una visita de rutina.
Cardiomiopatía
La cardiomiopatía es uno de los principales problemas del corazón y de muerte súbita en gatos. Sus síntomas son poco visibles. El felino puede perder el apetito y también peso, e incluso el propietario puede observar que le cuesta un poco de esfuerzo respirar. Otros signos serían un incremento de la tasa cardiaca y la aparición de un murmullo cardiaco.
Para su diagnóstico se debe hacer una radiografía del pecho, un electrocardiograma y una prueba para ver cómo funciona la glándula tiroides.
Fallo renal
Cuando los riñones no pueden limpiar las toxinas de la sangre hablamos de fallo renal. Se puede producir de forma aguda o bien de forma gradual a lo largo de semanas o meses. Los signos más evidentes son un progresivo empeoramiento del pelaje, que se vuelve más seco, pérdida de peso y mal aliento. Así mismo, es posible que el gato orine con más frecuencia de lo habitual, por lo que puedes pensar que sus riñones están funcionando a la perfección. ¡Atención! Esto puede significar que sus riñones ya no son capaces de retener agua de forma eficiente.
Para su diagnóstico hay que realizar diferentes pruebas como radiografías y análisis sanguíneos y de orina.
Cristales en la orina
Los cristales se forman cuando algunos minerales precipitan (“se quedan”) en la orina y se concentran formando piedras de tamaño variable. A menudo los gatos con este problema orinan con mucha frecuencia y solo unas pocas gotas cada vez, además pasan mucho rato en el arenero o se lamen su zona genital más tiempo del habitual.
Es importante que el veterinario determine correctamente el tipo de cristales que se han formado para aplicar así un tratamiento adecuado. Es posible que los cristales indiquen que existe alguna enfermedad subyacente.
Para detectar este problema se deben hacer radiografías, ultrasonidos y, sobre todo, análisis de orina.
Diabetes
El gato tiene más apetito, bebe mucho y pierde peso. ¿Le pasa algo o simplemente se está haciendo mayor? Quizá esté envejeciendo, pero también es probable que esos signos indiquen que esté empezando a desarrollar diabetes. Debe acudirse al veterinario para que haga las pruebas necesarias y confirme el diagnóstico.
Señales de alarma
-Alteraciones en el comportamiento o cambios en sus actividades. Si el animal orina o defeca fuera de la caja de arena, en lugares escondidos, si no interactúa con los miembros de la familia o si se muestra más irritable que antes, es posible que algo no funcione.
-Respiración rápida. Los problemas respiratorios pueden ser otra señal que alerta de algún problema de salud.
-Deja de acicalarse. Cuando los gatos están nerviosos, a menudo se lamen en exceso. Por otro lado también pueden dejar de hacerlo, con lo que su manto tendrá un aspecto pobre y desaliñado.
-Aumenta y disminuye de peso o se producen alteraciones en sus hábitos alimenticios. Por lo general, la pérdida de peso es una señal de que algo le pasa al gato, mientras que un aumento de peso está asociado con un exceso de alimentación.
-Duerme menos de lo habitual. Los gatos suelen adoptar un patrón determinado de sueño, por lo que cualquier alteración o cambio en él puede ser una señal de alarma.
-Tiene mal aliento. Muchas veces esto se debe a la placa dental pero en ocasiones también indica que existen problemas en el aparato respiratorio, tracto gastrointestinal, hígado o páncreas.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org