Todos los animales se muestran agresivos bajo determinadas circunstancias: protección del territorio, defensa de la prole, mantenimiento de las estructuras sociales, etc. En el caso del perro, la agresividad incluye una serie de conductas que, por lo general, empiezan con amenazas y pueden terminar en un ataque. Si tiene las orejas dobladas hacia el cráneo, las patas muy estiradas y el pelo erizado es probable que el perro te esté indicando que se siente amenazado y que se defenderá si es necesario. Si gruñe y enseña los dientes quiere decir que está a punto de morder. En cualquier caso, los perros no muerden de repente, como acabamos de ver, siempre muestran alguna conducta previa que indica que algo no funciona. El propietario debe reconocerla y controlar al animal.
Razones
A continuación comentaremos algunas de las principales razones por las que los perros muerden.
-Dominancia. Los perros de rango superior utilizan amenazas para recordar a los demás su lugar en el grupo. En una casa, el animal que se cree que se encuentra en un rango superior puede mostrarse agresivo hacia los miembros de la familia. Por lo general, esta respuesta está provocada por situaciones que el animal percibe como amenazas, como mover al perro mientras está descansando, quitarle un objeto de la boca mientras está jugando, etc.
-Defensa o temor. Al igual que las personas, los perros también sienten temor hacia personas desconocidas o en situaciones potencialmente amenazantes y responden de forma agresiva.
-Protección. Algunos perros creen que la única manera de proteger sus “posesiones” es mordiendo. Dentro de posesiones encontraríamos comida, juguetes, territorio e incluso algún miembro de la familia.
-Agresividad redirigida. Si alguien trata de separar a dos perros que se están peleando es probable que se lleve un buen mordisco. La adrenalina del momento hace que los animales se dirijan hacia el que los ha interrumpido.
-Dolor. Cada animal tiene un umbral de dolor diferente e incluso el perro más amigable que tenga un problema físico, puede revolverse y morder al veterinario que lo esté examinando.
¿Cómo se puede solucionar?
La mejor manera de evitar que el perro muerda es que haya tenido una buena socialización de cachorro, de modo que el animal se sienta cómodo en diferentes situaciones. Al acostumbrar al cachorro a comportarse correctamente y sin temor a diferentes tipos de personas, situaciones y animales, cuando sea adulto, se comportará de la misma manera.
En el caso de que el cachorro no haya recibido esta educación temprana, también es posible tratar el problema mediante técnicas de modificación de conducta. Ahora bien, en algunos casos solo se conseguirá reducir su intensidad y, en muchos casos, la única solución consistirá en limitar la exposición del animal a la situación o persona que desencadene la agresión. En estos casos el veterinario te aconsejará la mejor manera de tratar el problema e incluso es probable que te recomiende que acudas a un especialista en comportamiento para que te indique cómo enfrentarte a esta situación.
Lo que no hay que hacer
-Dejar a un niño o bebé solo junto a un perro, por muy amigable que este sea.
-Acariciar o mover a un perro que esté descansando.
-Acariciar o besar a un perro que no conozcamos aunque parezca muy simpático.
-Molestar a un perro que esté comiendo o mordiendo un juguete u otro objeto.
-Pegar o asustar al perro. El castigo físico puede atemorizarlo y un perro asustado tiene más posibilidades de morder.
-Molestar a una madre que esté con sus crías.
Lo que sí hay que hacer
-Socializar y adiestrar al perro desde cachorro.
-Enseñar a los niños a acercarse y a manipular a los perros.
-Llevar al perro atado con la correa en las salidas diarias.
-Considerar la posibilidad de esterilizar al animal ya que de esa manera se reduce su comportamiento agresivo.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org