En ocasiones algunas perras no preñadas actúan como si fueran a parir y preparan el nido para las futuras crías. Decimos entonces que sufren una pseudogestación, conocida popularmente como falsa preñez o embarazo psicológico (aunque es un término equivocado, ya que no se trata de una enfermedad mental del animal). Consiste en un trastorno no patológico pasajero más propio de perras jóvenes durante la pubertad. La causa es una alteración de los niveles de progesterona (hormona encargada de preparar el útero para una posible gestación), que sufre una disminución, y de prolactina (responsable de la producción de leche y de la aparición de la conducta maternal), que aumenta.
Puede ocurrir en hembras que no han sido montadas y tienen un importante instinto maternal o, en menor proporción, después de alguna monta fallida. Puede suceder a las 6-8 semanas de haber pasado el celo, aunque puede variar entre 3 y 14 semanas. Es un proceso que trastorna momentáneamente a la perra, pero no suele tener consecuencias negativas y en dos semanas se recupera habitualmente.
Comportamiento de “madre”
Una perra que no ha quedado preñada puede presentar los mismos síntomas que una que realmente lo está, con la diferencia evidente de que no habrá parto. Por ejemplo, las mamas y el abdomen aumentan de volumen y se presentan con hinchazón, hay cambios de comportamiento (inquietud y nerviosismo) o incluso puede aparecer una conducta de nidificación (prepara el lugar donde supuestamente colocará a sus crías) y “adopción” de objetos (muñecos, peluches u otros) como cachorros.
Cuidado con las hembras que protejan a sus peluches cual crías auténticas: cuando sientan una amenaza pueden mostrar un comportamiento agresivo para defender a sus falsos cachorros. Esta agresividad es propia de las hembras que protegen a sus crías y es natural, y por lo tanto no debe considerarse una alteración del comportamiento en sí, sino dependiente de la fisiología del proceso.
En ocasiones disminuye su apetito y no muestran interés por salir a pasear, e incluso comienzan a aullar. Durante el proceso de pseudogestación y posteriormente la perra estará decaída y sensible. Probablemente necesite más cariño y apoyo de lo habitual para recuperar su equilibrio emocional.
En los casos más evidentes llegan a producir leche. A este síntoma se le denomina galactorrea.
Hay algunos síntomas de tipo orgánico que sí deberían preocupar, como las mastitis (inflamación de las glándulas mamarias).
Una vez que la perra ha sufrido una pseudogestación puede repetirla después de los siguientes celos. Es conveniente mantenerla entretenida para evitarlo.
Cómo solucionarlo
La pseudogestación es un proceso autolimitante, es decir, que se resolverá por sí mismo en cuestión de semanas y en numerosas ocasiones puede pasar desapercibido. En los casos menos graves es efectivo que los propietarios entretengan a su mascota con juegos que le hagan olvidar sus tareas como madre, dar largos paseos o bien cambiar los hábitos alimenticios.
Si la manifestación del trastorno es muy evidente el veterinario intentará comprobar si la perra está realmente preñada realizando una radiografía o una ecografía. También puede recomendar además la retirada de los objetos adoptados e impedir que la perra se autoestimule la lactación a través de sus propios lamidos.
En los casos graves el veterinario puede prescribir el uso de diuréticos y otros fármacos (como ansiolíticos) para controlar y contrarrestar el efecto de las hormonas en el organismo de la hembra. Si se repite este trastorno no es útil hacerla criar, y la solución definitiva es la esterilización.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org