La pérdida de pelo es un proceso natural en la vida de la mascota. Lo que ya no es tan normal es que aparezcan grandes extensiones sin pelo sobre su piel.
Son muchos los motivos por los que tanto el gato como el perro pueden perder su pelaje, desde infecciones cutáneas a parásitos. Les sucede a cualquier edad, raza o género y puede ser una pérdida gradual o bien muy rápida. Por lo tanto, en cuanto se empiece a apreciar que el animal pierde pelo hay que acudir al veterinario para que determine con seguridad la causa y aplique el tratamiento adecuado.
¿Es normal?
La pérdida de pelo o alopecia se distingue perfectamente de la pérdida de pelo natural (el perro muda de pelo dos veces al año). Se caracteriza porque el animal puede presentar zonas sin pelo con forma simétrica o redondeada, denominadas en este caso calvas. En algunos casos la zona de alrededor presenta un aspecto escamado o está inflamada.
Causas
Son muchas las causas por las que el animal puede perder pelo. Una de las más habituales es la alergia a ciertos alimentos o a elementos del ambiente como polen y parásitos como la sarna.
Las alergias por parásitos se distinguen de las demás porque el animal muestra una intensa comezón, se muerde y lame la zona irritada y esta presenta un aspecto enrojecido.
En función de lo que haya producido la alergia, se aplicará el tratamiento apropiado: medicación, cremas o champús, un cambio en la dieta o evitar el elemento que ha provocado la alergia. El veterinario dirá qué es lo mejor para la mascota.
Los problemas hormonales también pueden producir que se caigan zonas de pelo. En este caso la enfermedad de Cushing es la más habitual. Esta patología por lo general suele afectar a perros mayores de seis años y se puede tratar con medicación.
Las infecciones cutáneas provocadas por hongos, bacterias y picaduras de insectos también pueden producir alopecia en las mascotas. Además de perder el pelo alrededor de los ojos, de la boca y de alguna otra zona corporal, los perros que tienen parásitos también presentan una piel grasienta y engrosada e inflamación. La caída del pelo también puede tener una causa conductual. A veces los perros pueden rascarse de forma compulsiva y llegar a hacerse calvas en la piel e incluso heridas. En este caso será necesario encontrar el origen de esta conducta y ponerle remedio.
Algunas razas de perro como el Bulldog, el Dálmata o el Labrador Retriever tienen la piel bastante sensible, de modo que pueden padecer con más facilidad problemas de tipo cutáneo. Una alimentación deficiente también puede causar la caída del pelo, por lo que es fundamental que la dieta sea completa y equilibrada.
Seguir el tratamiento hasta el final
Para que el tratamiento dé resultado es imprescindible seguir las indicaciones del veterinario hasta que el animal esté recuperado. Una vez conseguido este objetivo, se debe revisar de forma periódica la piel del animal por si volviera a aparecer la alopecia.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org