Hay multitud de procedimientos que se llevan a cabo cada día en las clínicas veterinarias que requieren la aplicación de anestesia: desde limpiezas bucales hasta operaciones traumatológicas, pasando por cirugías menores como esterilizaciones. En cada caso se requiere un tipo de sedación, y el equipo veterinario de la clínica tiene un protocolo previsto para cada situación. Es normal que a los propietarios les surjan dudas sobre la anestesia y por eso es importante que conozcan algo más de este procedimiento.
Como ocurre con las personas, cualquier procedimiento anestésico conlleva cierto riesgo, pero la aparición de complicaciones es realmente poco habitual. Aun así, el equipo veterinario y los auxiliares tienen formación suficiente para detectar y hacer frente a una complicación durante la aplicación de la anestesia o el periodo de recuperación.
Muchas personas creen que los riesgos que presenta la anestesia realmente no compensan los beneficios que se pueden obtener de la operación. No obstante, esto depende del tipo de ope¬ración, y por ello es importante una relación de confianza entre el propietario y el veterinario, que será quien mejor pueda indicar la necesidad de una operación.
¿Cómo funciona?
Durante la operación un asistente veterinario junto con el cirujano estará controlando de forma continua al animal, vigilando que sus constantes vitales se mantengan dentro de los márgenes de seguridad. En caso necesario, el hospital cuenta con las medicinas y equipación necesarios para responder a una emergencia.
Los principales parámetros que se controlan son:
• La frecuencia cardiaca.
• La frecuencia respiratoria.
• El oxígeno en la sangre.
• El CO2 que el animal espira en cada respiración.
• La temperatura.
• La presión sanguínea.
• El electrocardiograma.
Preparativos
Cuando el veterinario hace una recomendación el propietario debe cumplirla, ya que él cuenta con su ayuda para conseguir que la operación se realice con éxito. Es probable que en el caso de una intervención le dé al propietario una hoja con instrucciones sobre cómo debe preparar a su mascota antes de la operación, en la que se incluyan indicaciones sobre la alimentación.
¿Siente dolor aunque esté anestesiada?
La prioridad para el personal del centro veterinario es que el paciente no tenga dolor. Por ello, en los protocolos anestésicos se incluyen productos analgésicos (que evitan el dolor) antes, durante y después de la operación. Así mismo, los auxiliares tienen formación para detectar signos de dolor durante o después de la operación y poder corregir la analgesia si fuera necesario.
Pacientes mayores
Algunos propietarios creen que la edad avanzada es un riesgo añadido a la anestesia. Sin embargo, el problema no es la edad en sí misma sino algunos de los problemas de salud que lleva asociados. Por eso en las clínicas se llevan a cabo analíticas sanguíneas antes de la operación para comprobar el estado de salud real del animal y cómo funcionan sus órganos internos. Según el resultado, el veterinario indicará si se puede seguir adelante con la operación o bien si hay que hacer algunos ajustes para minimizar los riesgos.
En definitiva, la mejor manera de alejar los temores sobre la anestesia es preguntarle al veterinario. Él responderá a todas las preguntas y recomendará lo mejor para la mascota.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org