¿Cuáles son las virtudes que están consiguiendo desbancar, al tradicionalmente conocido como mejor amigo del hombre? Aparte de todas las cualidades propias de la especie, la principal característica que ha conseguido darle tan importante papel es su adaptación a las necesidades de la vida actual. Actualmente, el trabajo es el centro de nuestras vidas y, por supuesto, todo aquello que nos saca de tan rígida y estricta línea parece no tener cabida. Casi la mitad de los españoles tienen mascota y seguramente el número aumentaría si conocieran las virtudes de nuestro especial amigo.
Un gato no requiere paseos, ni momentos de esparcimiento fuera del hogar. No necesita grandes viviendas para disfrutar de una excelente calidad de vida. Es uno de los animales de compañía más limpios, que realiza por sí mismo gran parte de su higiene personal y deposita sus excrementos en un lugar concreto y diseñado para tal fin.
Además de las características comentadas, el gato suele aceptar la soledad de buen grado, lo que le permite soportar sin problemas la ausencia laboral de sus amos. Y ahondando en sus virtudes, son animales extremadamente cariñosos que consiguen "engatusar" a sus dueños, con su especial comportamiento.
Pero... ¿es oro todo lo que reluce? En el caso del gato, en la mayoría de las ocasiones los problemas aparecen por desconocer sus especiales cualidades. Un gato no es un perro pequeño y, aunque tal afirmación se aproxime al absurdo, nuestro protagonista suele ser tratado así. Podemos asegurar que la práctica totalidad de los problemas de convivencia, surgidos en la vida diaria con un gato, residen en el desconocimiento del propietario y no en la supuesta "mala intención" del animal.
El carácter de un gato no sólo depende del estándar racial de su comportamiento, sino también de qué línea proceda ese ejemplar, del tipo de selección que realiza el criador, de qué potencia y qué intenta evitar en la crianza. Podemos predecir ciertas características, pero determinados comportamientos pueden estar más influidos por el ambiente en el que se han desarrollado los gatos jóvenes que por su genética.
Los gatitos son más receptivos a la socialización con seres vivos, de su misma y distinta espacie, entre la segunda y la séptima semana de edad. Es fundamental que tengan un contacto suficiente con el género humano antes de cumplir las siete semanas. El no cumplimiento de una pauta tan importante para el futuro comportamiento del animal, puede provocar adultos insuficientemente socializados, con los que es difícil o imposible trabajar para corregir problemas.
Sobre los distintos conflictos que pueden crear los gatos en su convivencia con el hombre, podemos citar a los problemas de comportamiento relacionados con las conductas sexuales. Estos pueden hacer recomendable plantearse seriamente su esterilización, siempre y cuando no vayan a dedicarse a la crianza.
Con ello conseguimos que el olor de la orina de los machos no sea insoportable y disminuir conductas como las de la lucha, marcar con orina y el vagabundear. En el caso de las gatas, la esterilización reduce todas las conductas molestas presentes en el celo.
Otra cuestión importante es el hábito de marcaje de territorio, con el contenido de unas glándulas que tienen en sus patas. Esta práctica también produce un marcaje con señales, hecho con las uñas, y un serio trastorno al mobiliario de su dueño. Pero esto tiene una sencilla solución, como es acostumbrar al gato al uso de rascadores, desde su más tierna infancia.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org