Todos sabemos que prevenir las enfermedades o enfrentarse a ellas en un estadio muy tem-prano es mucho mejor que tratarlas una vez han surgido. El cuidado preventivo de la salud evita sufrimientos innecesarios a las mascotas y también permite que el propietario ahorre el gasto que implicaría un tratamiento. Por otra parte, es el momento adecuado para que el propietario comente con el veterinario cualquier preocupación que tenga sobre su mascota: si come o bebe más de lo habitual, si tose, si gana o pierde peso, etc. Seguidamente hablaremos de las medidas preventivas que el propietario debe tener en cuenta para cuidar la salud de su mascota.
Examen físico anual
Un año es mucho tiempo en la vida de un perro, por lo que conviene llevarlo a revisión al menos una vez en estos doce meses. Es más, es probable que, si el animal ya ha atravesado la etapa de la madurez o bien tiene algún tipo de patología, el vete¬rinario recomiende aumentar la frecuencia de las visitas.
En cada revisión se tendrán en cuenta los siguientes puntos:
• Vacunas. El animal debe estar al corriente de las vacunas.
• Control parasitario. Hay que asegurarse de que el propietario ha llevado a cabo un correcto control parasitario para mantener a raya mosquitos, pulgas, garrapatas, gusanos de corazón y demás molestos parásitos.
• Boca y dientes. El control dental en casa es imprescin¬dible, de este modo el propie¬tario podrá darse cuenta de la existencia de cualquier ano¬malía como dolor o mal olor y comunicársela al veterinario.
• Ojos y oídos. También es importante el control en casa de estos órganos para detectar enrojecimientos, prurito, etc.
• Aparato digestivo. El veterinario preguntará si el animal ha tenido algún episodio de vómito, diarrea, estreñimiento, etc.
• Aparato respiratorio. Hay que indicarle al veterinario si el animal ha tenido estornudos, dificultad para respirar, tos, etc.
• Patas y pies. El veterinario comprobará que no tiene ningún problema en los dedos de las patas, que no cojea o que no muestra debilidad en las extremidades.
• Piel y pelaje. La pérdida de pelo, un cambio en la pigmentación de la piel, la aparición de prurito, etc. pueden ser señal de que algo le está pasando al organismo por lo que el veterina-rio revisará con detenimiento la piel y el pelaje de la mascota.
• Aparato urogenital. En la revisión se controlará el estado de las glándulas mamarias, la presencia de secreciones, si existen dificultades para orinar, etc.
Otros aspectos que el veterinario tendrá que revisar con el propietario son la alimentación (tipo de alimento, cantidad, frecuencia, suplementos, alteración en el peso, etc.), ejercicio (qué tipo de ejercicio realiza, durante cuánto tiempo, etc.), comportamiento (cualquier problema de conducta como ladridos, eliminación inadecuada, etc. se debe indicar en la visita).
Es posible que el veterinario también recomiende llevar a cabo un análisis de sangre, en especial si el perro es geriátrico o está recibiendo algún tipo de medicación. Si como consecuencia de la revisión el veterinario descubre cualquier signo de enfermedad puede recomendar hacer una radiografía o análisis más específicos de sangre. Incluso puede ser que aconseje llevar al animal a algún especialista en dermatología, oftalmología, cardiología u oncología.
Una revisión para los sénior
Con la edad también aumenta la posibilidad de padecer diferentes patologías, como diabetes, desórdenes hormonales o enfermedades del riñón, por lo que conviene prestar una especial atención a los animales sénior para detectar es¬tas condiciones y actuar antes de que el daño sea irreversible.
En las mascotas mayores el cuidado de la cavidad oral es muy importante y es posible que el veterinario indique la necesidad de realizar chequeos con más frecuencia.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org