Las variaciones en la temperatura y las condiciones de humedad no sólo afectan a las perso-nas y mascotas, sino también a la gran cantidad de insectos y parásitos, así como sus ciclos biológicos. Conviene estar alerta frente a las enfermedades infectocontagiosas que muchos de estos pequeños “bichillos” pueden transmitir. Existe una extensa lista de enfermedades que están provocadas por parásitos (tanto externos como internos) bacterias y virus. Gracias a los controles veterinarios y a los análisis periódicos podemos prevenir con bastante efectividad estas patologías, pero obviamente se debe seguir siempre un calendario regular para las desparasitaciones, vacunaciones y otros métodos de prevención.
Análisis de sangre
Con unas sencillas pruebas clínicas, en las que se extrae una pequeña cantidad de sangre de la mascota, se pueden detectar enfermedades infecciosas específicas. Este tipo de pruebas sirve a los veterinarios para detectar si la mascota está infectada por un parásito, una bacteria o un virus para tratar (si ya está infectada) o prevenir (si está libre de infección) según cada caso concreto.
Gracias a los análisis de sangre se pueden detectar una gran cantidad de enfermedades, entre ellas destacaremos:
Leishmaniosis
Enfermedad parasitaria transmitida por la picadura de un insecto flebotomo, muy similar a un pequeño mosquito. Se considera enfermedad zoonótica.
El parásito microscópico de Leishmania penetra en el organismo de la mascota a través de la picadura del insecto, se distribuye gracias a la circulación sanguínea y alcanza diversos órganos o localizaciones determinadas donde ejerce su acción patógena.
Filariosis
Esta patología, causada por un parásito, se transmite por la picadura de un mosquito infectado. Se considera enfermedad zoonótica.
El mosquito introduce el parásito de Dirofilaria en su fase microscópica; una vez en el interior del hospedador el parásito se transforma y finalmente se convierte en un “gusano” que se localiza en el corazón y grandes vasos sanguíneos. Debido a esta particularidad, se conoce como enfermedad del gusano del corazón.
Ehrlichiosis
Enfermedad provocada por la bacteria Ehrlichia, en este caso transmitida por la picadura de una garrapata. Se considera enfermedad zoonótica.
La garrapata infecta al hospedador con la bacteria, que a través de la sangre se distribuye por el organismo, y causa síntomas ge¬neralizados en el animal.
Borreliosis
Enfermedad bacteriana transmitida por las picaduras de garrapatas o piojos. Se considera enfermedad zoonótica.
La bacteria Borrelia tras penetrar en el organismo del hospedador se distribuye y causa sín-tomas generalizados.
Para evitar todas estas enfermedades, y otras muchas, se debe actuar contra el vector que las transmite (mosquitos, garrapatas, flebotomos, etc.) siguiendo un correcto protocolo de desparasitación externa y utilizando repelentes de insectos.
Afortunadamente, para algunas de estas enfermedades existen otros métodos de prevención como vacunas o fármacos que ayudan a evitar el contagio, fortaleciendo el sistema inmunitario de la mascota para que el propio organismo tenga las defensas apropiadas para “luchar” contra los parásitos, bacterias o virus.
Virus felinos
Los virus son microorganismos especiales; los antibióticos no resultan efectivos contra ellos. La única “arma” para prevenirlos son las vacunas. Gracias a las vacunaciones (primovacunación más recuerdos posteriores) se fortalece el sistema inmunitario y las defensas internas de los animales para luchar contra los virus. De esta manera, aunque el animal vacunado se infecte del virus, la enfermedad que desarrolle será inapreciable o mucho más leve que si no hubiera sido vacunado.
En el caso de los gatos existen una serie de “virus felinos” que causan graves lesiones y patologías, por desgracia muchas veces se manifiestan en los gatos más jóvenes y débiles.
Antes de iniciar las vacunaciones periódicas, o ante la adquisición de un nuevo gato, con pasado desconocido, es recomendable realizar al felino un análisis de sangre para detectar si ha padecido o padece algún virus. De esta forma se podrá individualizar el protocolo de vacunaciones para hacerlo más efectivo.
Análisis de heces
Existen muchos parásitos intestinales que afectan a las mascotas. Algunos de los parásitos digestivos son macroscópicos (gusanos) pero otros no se ven a simple vista, aunque todos resultan igual de patógenos para los animales. Además, ciertos parásitos digestivos de los animales pueden contagiarse a las personas.
Los protocolos de desparasitación interna generales no abarcan la totalidad de parásitos intestinales que pueden afectar a las mascotas, por lo que se recomienda realizar análisis coprológicos frecuentes para detectar cualquier posible parásito resistente.
Recuerda
Los métodos de prevención no son siempre 100 % efectivos, ya que no se puede asegurar que al menos un mosquito o una garrapata alcance a la mascota y le infecte. Por eso, al realizar de forma periódica los análisis de sangre los veterinarios pueden detectar si el animal ha entrado en contacto con el parásito o bacteria y ponerle remedio lo antes posible.
Estas enfermedades son graves e incluso mortales para las mascotas, así que es preferible detectarlas precozmente y tratarlas para evitar consecuencias fatales.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org