Los perros y gatos de edad avanzada son susceptibles de padecer problemas articulares. Los más importantes son denominados artrosis (enfermedad degenerativa de las articulaciones producida por el desgaste del cartílago) y artritis (enfermedad producida por la inflamación de las articulaciones). Estas enfermedades tienen múltiples causas, pero la más común es el progresivo deterioro y desgaste de los huesos y articulaciones debido a que su capacidad de regeneración se pierde con la edad.
Los tejidos elásticos y fibrosos que forman parte de las articulaciones se van haciendo más rígidos con la edad impidiendo el correcto movimiento. Esto ocasiona que las superficies de las articulaciones se dañen y se inflamen. A continuación, el organismo intentará “luchar” contra esta situación formando nuevo tejido óseo donde no debería producirse y por el contrario se reabsorbe en las zonas donde realmente se necesita.
Muchas veces los problemas que desembocarán en artritis comienzan de manera temprana, incluso en la juventud, pero el dolor o las cojeras no se harán visibles hasta la vejez.
¿Predisposición?
Las razas caninas de gran tamaño tienen mayor riesgo. Su crecimiento es muy rápido y son más propensas a padecer de forma precoz esta patología. Aunque también se da en razas pequeñas, especialmente en aquellas con una anatomía inusual o “alargada” como los Bulldog o los Teckel.
Entre las razas felinas, los persas son los más susceptibles de padecer artritis de cadera.
¿Cómo lo diagnostica el veterinario?
El veterinario diagnosticará la enfermedad a través de:
• Examen de la marcha y movimientos de la mascota.
• Palpación de los músculos de las extremidades y de la columna vertebral para saber si hay atrofia o dolor.
• Radiografía, la prueba clave para confirmarlo.
¿Qué puede hacer el veterinario?
En primer lugar se asegurará de que la mascota no sufre otras enfermedades propias de la edad que puedan interferir en el tratamiento médico. El tratamiento tradicional se basa en los AINE (antiinflamatorios no esteroideos), pero ¡cuidado! Son muy peligrosos en gatos.
Tengamos en cuenta que nunca debemos dar medicinas para la artritis de humanos a las mascotas.
Los tratamientos a largo plazo de este tipo de medicamentos pueden dañar el riñón y el sistema digestivo, especialmente en animales de edad avanzada, por lo que es aconsejable hacer revisiones periódicas para que el veterinario supervise todas las fases del tratamiento.
¿Qué puede hacer el propietario para ralentizar el proceso?
• Dieta y nutrición
o Hay que intentar reducir el peso del perro o gato si padece sobrepeso.
o Alimentarlo con una dieta baja en calorías.
o Existen piensos especiales para animales sénior que tienen menos calorías, más fibra, con glucosamina añadida (nutriente muy común en tratamientos de artritis y artrosis) y rica en calcio, omega 3 y antioxidantes.
• Ejercicio
o Es necesario realizar ejercicio moderado a diario.
• Cuidado especial de extremidades y uñas
• Hidroterapia o tratamientos de calor
• Otras terapias alternativas y consejos
o Terapia con bajos niveles de láser, adecuar su plato de comida y de bebida a sus necesidades para evitar esfuerzos innecesarios (a los animales sénior les suele gustar más beber y comer en boles algo más altos), uso de mantas eléctricas, etc.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org