La prohibición de la Unión Europea sobre la importación y venta de productos e ingredientes cosméticos experimentados en animales se debe cumplir de forma total desde hoy. Esto afecta a artículos de aseo y belleza, como, por ejemplo, el jabón o la pasta de dientes. La norma jurídica que recoge esta restricción, elaborada por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, entró por primera vez en vigor el 11 de marzo de 2003, aunque el texto ofrece un plazo de diez años para su completo acatamiento.
Esta ley supone la séptima de las modificaciones de la comúnmente conocida como «directiva sobre cosméticos», que data de 1976, en relación a la aproximación de las legislaciones de los estados miembros en cuestión de productos cosméticos. La directiva de 2003 estableció en dos las fases para la prohibición de los ensayos de cosméticos en animales. La primera de ellas entró en vigor en 2009; la segunda, hoy. Y es que hasta este día, experimentos como toxicidad de dosis repetidas, toxicidad reproductiva y «toxicocinética» estaban permitidos.
Según la norma jurídica comunitaria de hace diez años, «debido a que todavía no existen alternativas en estudio para los experimentos en materia de toxicidad por administración repetida, toxicidad para la función reproductora y «toxicocinética, es conveniente que el plazo máximo para la prohibición de la comercialización de productos cosméticos para los cuales se llevan a cabo estos experimentos sea de diez años a partir de la fecha de entrada en vigor de la presente directiva».
AnimaNaturalis, organización defensora de los derechos de los animales, explica que «la toxicidad de dosis repetidas consiste en que conejos o ratas son forzados a ingerir o inhalar ingredientes cosméticos o en que se les aplique el ingrediente en su piel afeitada, repetidas semanas, durante 28 o 90 días. Después, se les mata». Asimismo, asegura que «la toxicidad reproductiva se aplica en conejas o ratas en proceso de gestación, a las que se les fuerza a ingerir determinadas sustancia y, tras esto, se acaba con su vida para evaluar la toxicidad en sus fetos». Por otra parte, «la toxicocinética» hace referencia a aquellos conejos o ratas que son obligados a «ingerir la sustancia en cuestión para más tarde matarlos y comprobar sus órganos y cómo se han distribuido esos elementos por sus cuerpos», afirma la organización.
Apoyo internacional
El cambio en la legislación ha sido posible gracias al trabajo que, desde diferentes partes del mundo, distintas asociaciones han desempeñado en los últimos años. Prueba de ello es la campaña que BUAV (siglas en inglés que corresponden a Unión Británica por la Abolición de la Vivisección) inició en 1991, que estableció una coalición europea de organizaciones de protección animal, y a la que dos años después se sumó The Body Shop, la primera empresa de belleza en tomar medidas en contra de la experimentación en animales con fines cosméticos. En 1996, ambas presentaron cuatro millones de firmas ante la Comisión Europea para reclamar el fin de los ensayos de estos productos con animales. En 2012, BUAV fundó Cruelty Free International, la primera organización global a favor de la eliminación de la experimentación animal con fines cosméticos a nivel internacional.
Fuente: C. M. H. para larazon.es
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org