El negocio de la compra-venta de animales exóticos, incluidos los tóxicos, es un tema muy poco conocido pero en clara expansión a nivel mundial en plena crisis. Como otros mercados poco regulados, el transporte transfronterizo es relativamente fácil de evadir. Las principales exportaciones provienen de Iberoamérica, con sus espesas y frondosas junglas, y de África, donde se concentran la gran mayoría de mamíferos de esta clasificación.
La Fundación Neotrópico, situada en Santa Cruz de Tenerife, lleva varios años centrándose en el estudio de las especies en nuestro país. Según datos publicados en 2011, fueron analizados 12.000 foros de intercambio, entre cuatro y ocho líneas de compra directa en España, y 50 ferias a nivel europeo. Cuatro de éstas, en territorio nacional: Madrid, Barcelona, Málaga y Sevilla. Las conclusiones obtenidas son preocupantes: más del 50 por ciento es ilegal, el 30 se realiza por internet, y de éstos, el 15% es tóxico, con claros peligros para la salud humana.
Peligro de fugas y abandonos
El doctor Pere Munné, del Servicio de Urgencias de la Unidad de Toxicología del Hospital Clínico de Barcelona, advierte de cuatro peligros al respecto: la relación de tamaño humano-animal; la toxicología, especialmente la clase de los arácnidos; la zoonosis – transmisión de enfermedades de origen animal como la salmonela, virus o encefalitis víricas, especialmente el mapache o la tortuga de Florida (según informa el Grupo Especialista en Invasiones Biológicas de León)–; y las fugas y abandonos, que pueden afectar al ecosistema autóctono.
«Disponemos de sueros especiales para tratar graves mordeduras, pero cuando se trata de especies foráneas hemos de acudir a zoológicos especializados. Existen seis sueros diferentes, de los cuales uno puede valer para toda Europa», informa el experto.
En cuanto a la mortandad no existen datos oficiales por parte del Ministerio de Sanidad, ya que las afecciones por animales exóticos es muy baja en comparación con animales comunes. Ante una mordedura, aconseja el doctor Munné, «lo mejor es tratar la zona en las primeras 12 horas, ya que después las posibilidades de éxito descienden enormemente».
Existen dos campos de toxinas: las neurotóxicas, que afectan al cerebro y al sistema nervioso –medusas–; y las hematotóxicas, que influyen en componentes sanguíneos y por extensión a los órganos –escorpiones–, siendo los de Túnez y Marruecos los más tóxicos, que pueden producir parálisis.
El Seprona, la unidad de protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, es la encargada de la tasación y control de los animales.
Seguridad, control y multas
Juan Carlos Añíbarro, dueño y director de una granja-escuela en Sobremazas, conoce las penalizaciones impuestas. Según Añíbarro, «el control es sistemático y depende del tipo de animal. Primero hay un aviso de 15 días; si no se cumple la advertencia, otros 15, y 300 euros de multa; si se reincide, pueden llegar a 3.000 euros». En el caso de la caza y captura ilegal las multas llegan a 12.000 euros y penas de cárcel. Animales como el rebeco «llegan hasta los 1.800€» y los monos «hasta 6.000», puntualiza el experto. Para ser legalmente poseedor de este tipo de animales es obligatorio darse de alta como núcleo zoológico y tener especies protegidas.
Fuente: Javier Villamor para larazon.es
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