La web de la Morris Animal Foundation norteamericana publicaba recientemente que está financiando estudios en la University of Montreal y en la North Carolina State University para poner a punto protocolos de diagnóstico que permitan detectar cambios sutiles en el comportamiento de los gatos que indiquen que están sufriendo dolor.
Los gatos han mantenido la capacidad de las especies salvajes de ocultar que están enfermos. En la naturaleza, un animal que aparenta estar enfermo se convierte en presa fácil, aunque en los gatos domésticos esta habilidad de no mostrar dolor o enfermedad se convierte en un problema. Los propietarios no saben que su animal necesita atención veterinaria hasta que los procesos están muy avanzados, y esto conlleva tratamientos más complicados o incluso ineficaces.
El dolor crónico, además, puede hacer que el comportamiento de los gatos cambie, volviéndolos más huraños o agresivos, y se deteriore la relación con sus propietarios. Esto puede significar en algunos casos una eutanasia que no debería haber sido necesaria.
Cuanto más viejo es un gato, más susceptible es a sufrir dolores relacionados con osteoartritis. Lo normal es que la enfermedad se haya infradiagnosticado porque los síntomas en felinos son muy sutiles. La Morris Animal Foundation ha permitido con sus aportaciones económicas que un equipo de la University of Montreal (Canadá), liderado por Mary Klinck y Eric Troncy, haya desarrollado dos nuevas escalas de medición del dolor en gatos. Una de éstas la pueden utilizar los propietarios y la otra los veterinarios. De momento, el trabajo muestra resultados muy prometedores y el siguiente paso del proyecto serán ensayos de campo que mejoren la sensibilidad de los test para la detección del dolor.
Por otra parte, en la North Carolina State University (Estados Unidos), la Morris Animal Foundation también está finaciando el desarrollo de un sistema basado en cuestionarios subjetivos que cumplimentan los dueños, ideados por Duncan Lascelles, y que permiten evaluar al veterinario si un gato está respondiendo mejor o peor a un tratamiento.
Falta todavía mucho para que estos protocolos estén validados para su utilización a gran escala, pero en ambos casos parecen ser el camino a seguir.
Fuente: Joaquín Ventura García paea portalveterinaria.com
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