Una noticia de Phys.org explica los puntos básicos de un estudio* publicado en PLoS ONE en el que un equipo de investigadores de la Universidad de Sidney ha identificado cuáles son las condiciones ambientales más favorables para que se produzcan contagios de influenza equina.
El responsable del proyecto, Navneet Dhand, explica que han demostrado en condiciones de campo cómo la temperatura del aire, su humedad y la velocidad del viento influyen en la diseminación del virus de la influenza equina. Sus hallazgos permitirán poner en marcha mejores y más eficaces estrategias de control de la enfermedad.
Se han analizado datos recogidos de brotes de gripe equina desde 2007 y se han cotejado con los registros climáticos del Australian Bureau of Meteorology durante ese periodo. Así, se ha relacionado una mayor capacidad de diseminación del virus cuando la humedad relativa del aire es baja y menor si la temperatura máxima diaria está entre 20 y 25 ºC como máximo. Es decir, que con humedades relativas altas y temperaturas frescas, el virus tiene dificultades para contagiar otros caballos. Por otra parte, velocidades del viento de más de 30 km por hora también favorecen la diseminación del virus.
Conocer estas cuestiones es muy importante a la hora de diseñar respuestas rápidas más eficaces que limiten la extensión de un brote de influenza equina, economizando recursos y actuando donde y cuando sea más efectivo.
Fuente: Joaquín Ventura García para portalveterinaria.com
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