Para el estudio, publicado en Nature, un grupo de ratones infectados con Escherichia coli (E. coli) o Staphylococcus aureus (S. aureus), recibieron moléculas, llamadas mediadoras pro-resolución, junto con antibióticos. Las moléculas mediadoras pro-resolución se encuentran de forma natural en nuestro cuerpo, y son responsables de la mediación de la respuesta antiinflamatoria, y la resolución de la inflamación (una respuesta anti-inflamatoria es la manera del cuerpo de protegerse de los agentes infecciosos, e iniciar el proceso de curación).
Los investigadores observaron que dos tipos específicos de mediadoras proresolución, llamadas resolvinas y protectinas, eran claves en la respuesta antiinflamatoria, a la hora de limitar el daño a los tejidos -mediante la estimulación de los leucocitos, con el fin de contener, matar y eliminar la bacteria.
Infección
Administradas con antibióticos, las resolvinas y protectinas aumentaron la respuesta inmune de los glóbulos blancos, que atacaron y devoraron a las bacterias, resultando en una rápida reducción de la cantidad de bacterias en la sangre y los tejidos. En concreto, RvD5 -un tipo de resolvina- también fue útil en la regulación de la fiebre causada por E. coli, así como en la contra-regulación de los genes responsables del exceso de inflamación asociada con las infecciones, limitando, por lo tanto, los daños colaterales en el cuerpo, mientras luchaba contra la infección.
Serhan y sus colaboradores han sido los primeros en demostrar la acción de RvD5 contra la invasión bacteriana. Además, su equipo, en colaboración con el de Fredrik Bäckhed, del Centro Sahlgrenska de Investigación Cardiovascular y Metabólica (Suecia), descubrió que los animales libres de gérmenes producen altos niveles de resolvinas.
Cuando Nan Chiang, del Brigham and Women’s Hospital, y autor principal del estudio, añadió antibióticos a estos mediadores naturales, los antibióticos fueron menos necesarios. Esto demostró, por primera vez, que estimular los programas pro-resolución puede limitar las consecuencias negativas de una infección.
Según los investigadores, otra de las ventajas de las moléculas mediadoras pro-resolución es que, a diferencia de los fármacos anti-inflamatorios (por ejemplo, la aspirina, los esteroides, o el ibuprofeno), estas moléculas no paralizan la respuesta inmunitaria normal del cuerpo. Los agentes anti-inflamatorios son ampliamente conocidos por ser inmunosupresores, añade Serhan, «ahora sabemos que tenemos vías moleculares naturales en nuestros cuerpos, que funcionan como estos agentes, y estimulan la contención de las bacterias y la resolución de las infecciones, sin el efecto secundario de ser inmunosupresores».
Fuente: EP para abc.es
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