“Todas las innovaciones radicales, los pasos adelante científicos y tecnológicos que conducen a un cambio de paradigma en la forma en que funcionan nuestras sociedades y sus economías se basan, sin excepción, en la ciencia”, declaró Helga Nowotny la semana pasada en un acto de la institución que preside, el Consejo Europeo de Investigación (ERC, en sus siglas en inglés), uno de los inventos más recientes en la política de I+D de la Unión Europea y, a juzgar por la opinión en la comunidad científica, el más exitoso. Tanto como para que muchos investigadores españoles reclamen copiar su modelo de organización y gestión en la tan esperada y retrasada Agencia de Investigación, cuya puesta en marcha se anuncia para este año. La clave del ERC, que cumple ahora cinco años de existencia, es guiarse por un único objetivo: la máxima calidad de la ciencia que financia, seleccionada con todo rigor mediante una organización eficaz.
Resulta chocante, en los tiempos que corren, escuchar a los responsables de un organismo de política científica y a los altos cargos de la UE sin que la crisis económica y sus efectos sean el eje de las intervenciones. Las alusiones fueron, en todo caso, en sentido contrario a lo habitual. “En tiempos de crisis, sería una oportunidad perdida si Europa no invirtiera más en investigación y, en concreto, en investigación de frontera”, dijo el comisario Durao Barroso, por vídeo, en la celebración del quinto aniversario del ERC, celebrado en Bruselas. Y no son palabras vacías: el ERC está manejando un presupuesto de 7.500 millones de euros para el período 2007-2013 y, ante el programa Horizonte 2020, la Comisión Europea propone un incremento del 77%.
Las cifras de resultados huelen a éxito: más de 2.500 proyectos de investigación financiados hasta ahora (seleccionados entre 26.000 solicitudes) para científicos que trabajan en 480 instituciones en toda Europa, recibiendo cada uno 1,5 millones (en la categoría de jóvenes investigadores) y 2,5 millones (para científicos consolidados), todos ellos de cinco años de duración. A modo de comparación, los proyectos mejor financiados del Plan Nacional de I+D+i español rondan los 300.000 euros y la media esta en 120.000, para tres años.
“Cada semana, se publica en las revistas Nature o Science, al menos un artículo de resultados de un proyecto del ERC”, señaló la Comisaria Europea de Investigación, Innovación y Ciencia, Maíre Geoghegan-Quinn. El ERC desarrolla el plan Ideas del VII Programa Marco de la UE.
“No podemos permitirnos el éxodo de científicos”, dice una parlamentaria
Frente a los 1.600 millones de euros del presupuesto del ERC en 2012, la National Science Foundation estadounidense cuenta con 5.800 millones de euros, según explicó Carmen Huber, representante de dicha institución, que gestiona el 40% de la financiación federal en I+D en su país, excluida el área de biomedicina de la que se ocupan los poderosos Institutos Nacionales de Salud.
Marco Dorigo investiga en robótica, en la estrategia de enjambres de robots que colaboran entre sí para lograr un objetivo, y presentó sus inteligentes máquinas en los actos del aniversario. Stéphanie Lacour está desarrollando piel artificial estirable capaz de integrar electrónica para actuar como sensor en múltiples aplicaciones y Maciej Konacki busca planetas extrasolares en órbita de sistemas estelares dobles. Fueron algunos de los científicos financiados por el ERC invitados a la celebración.
Cualquier área científica, incluidas las ciencias sociales y las humanidades, puede optar a un proyecto de este organismo, sea europeo o no su líder, con la única condición de que desarrolle el trabajo al menos durante seis meses al año en una institución europea. El objetivo es captar talento, allí donde este. Y, por supuesto, evitar la fuga de cerebros. “No podemos permitirnos el éxodo masivo de científicos de máximo nivel del Este y el Sur de Europa hacia EE UU y Asia por la falta de condiciones de trabajo apropiadas en sus países”, señaló Amalia Sartori, del Parlamento Europeo.
Los responsables del ERC recalcaron la importancia de la investigación para la sociedad y la economía pero rechazando la urgencia en la búsqueda de su aplicación inmediata. Hay “una tensión intrínseca”, dijo Nowotny, entre la demanda de los políticos por las innovaciones prácticas y el interés profundo de los científicos por la investigación conducida por la curiosidad. “La tensión es mayor en tiempos de crisis”, añadió. Pero los resultados de la ciencia de frontera, de excelencia, no pueden programarse de antemano, recordó.
La selección de proyectos se hace exclusivamente por su excelencia
No es la financiación estable la única clave del éxito del ERC. Sus objetivos claros y su forma de gestión son esenciales, según los expertos. Lo resumió Pablo Amor, director de la Agencia Ejecutiva del consejo: “Para los científicos y con los científicos”.
La independencia y la transparencia de funcionamiento son los cimientos de este organismo, regido por un Consejo Científico de 22 investigadores de prestigio internacional y una agencia ejecutiva encargada de gestionar los procesos independientes de evaluación de los proyectos a través de comités externos de expertos. No hay ningún criterio geográfico en la distribución de las ayudas.
La Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), lleva años reclamando una Agencia de Financiación de la Investigación que funcione según los parámetros del ERC. La ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, la recoge, pero aún no se ha puesto en marcha. ¿Es realmente una experiencia exportable? “Creo que sí, es un modelo de estructura en el que la comunidad científica se ve representada y, a la vez tiene, un equilibrio de Gobierno interno entre el Consejo Científico y la parte más ligada a la Comisión Europea”, considera el español José Manuel Fernández de Labastida, director del departamento científico de la agencia del ERC que gestiona todos los procesos de evaluación y seguimiento. “La propuesta de agencia en España tiene que intentar mantener ese equilibro entre la parte más ligada al Gobierno y la comunidad científica”.
Un número considerable de científicos españoles logra proyectos del ERC (unos 150 en las dos categorías de jóvenes y veteranos). “Pero la participación es todavía insuficiente”, comentó en Bruselas José Luis Garcia, investigador del Centro de Investigaciones Biológicas y representante de España en el programa Ideas. “Este año hemos tenido un incremento importante de proyectos, el éxito es relativamente aceptable, pero todavía podemos crecer. Probablemente el sistema español necesita aumentar su calidad para competir en este sistema europeo. España lograr en torno al 6,5% del total de las subvenciones del ERC y debemos subir hasta el 8,5%”, señaló.
Fuente: Alicia Rivera para elpais.com
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