Un equipo de investigación del departamento de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de Lugo acaba de hacer públicos los resultados de un estudio en el que han puesto en marcha un método ecológico de desparasitación de animales. Se trata de aplicar un hongo, Duddingtonia flagrans, en los pastos o en los piensos, para prevenir la aparición de ciertas enfermedades parasitarias. Por el momento, han demostrado su eficacia en caballos salvajes y animales domésticos, como vacas, ovejas y cerdos. Ahora su nuevo reto es probar los resultados en animales salvajes.
La investigadora principal, la Dra. María Sol Arias, nos explica en qué consiste este innovador método.
¿Cuál es el mecanismo de acción de este hongo?
Estos hongos nematófagos, como su nombre indica, reducen en el suelo el número de larvas 3 (fases infectivas) de nematodos gastrointestinales. Los animales infectados por nematodos gastrointestinales eliminan huevos que salen al exterior con las heces. En condiciones favorables de temperatura y humedad, se desarrollan las larvas L1, L2 y L3, que son las formas infectivas y provocan la enfermedad en los animales al ingerirlas junto con el pasto. Tras la administración de las clamidosporas de D. flagrans por vía oral a los animales, éstas salen de forma simultánea con los huevos de los nematodos. Una vez en el exterior, ante el estimulo que supone la presencia de las formas parasitarias, las clamidosporas se desarrollan a hifas, que dan lugar al micelio que coloniza una parte del suelo. Más adelante se forman anillos o trampas, que retienen a las larvas de los nematodos, y son finalmente eliminadas. De este modo, este procedimiento brinda una posibilidad idónea para ajustarse al ciclo de los parásitos gastrointestinales.
Principios básicos
Este método se basa en la utilización de hongos autóctonos que en condiciones normales existen en el suelo y que presentan actividad parasiticida. Con la administración de clamidosporas de algunos hongos como Duddingotnia flagrans, se reduce en el medio la presencia de formas infectivas (larvas), y con ello las posibilidades de reinfección de los animales.
De este modo, la aplicación de medidas sobre el medio (suelo), resulta imprescindible puesto que con el tratamiento antiparasitario farmacológico convencional exclusivamente se eliminan las formas parasitarias adultas presentes en los animales.
¿Qué tipos de aplicación podría tener? ¿Es factible su administración en el pienso?
Duddingtonia flagrans es uno de los hongos más empleados en la actualidad debido a que diversos estudios con animales de renta han demostrado que su administración en forma de clamidosporas no afecta a la salud de los animales ni tiene efecto alguno sobre los mismos, al tiempo que son capaces de resistir el tránsito por el tracto gastro-intestinal sin experimentar alteraciones y permanecer viables una vez que salen al exterior con las heces. La forma más frecuente de administración de las clamidosporas de Duddingtonia es en suspensión acuosa que se proporciona por vía oral a los animales. Actualmente se están desarrollando algunos estudios en los que se investiga la posibilidad de su diseminación directa sobre los pastos, o en concentrados alimenticios (piensos, bloques de minerales). Las pruebas de termolabilidad realizadas a las clamidosporas indican que podrían ser incluidas en piensos comerciales.
¿En qué animales se ha demostrado su eficacia?
Se ha demostrado su eficacia en animales domésticos como caballos, ovejas, cerdos y vacas, a los que se les suministra por vía oral o a través de los pastos. Actualmente se está probando su eficacia en animales salvajes en cautividad, pertenecientes a diferentes familias: Cervidae, Bovidae, Camelidae y Equidae. Es necesario recalcar que su aplicación está restringida a terrenos no demasiado extensos.
¿Cuál es el siguiente paso que piensan dar? ¿Van a registrar algún tipo de patente para lanzar un producto comercial?
Previamente a la incorporación de las clamidosporas al pienso comercial, estamos calculando la dosis adecuada e investigando las posibles opciones para su producción a gran escala. Antes de pensar en una patente debemos estudiar los distintos medios de cultivo y seleccionar los más convenientes.
¿Qué importancia tiene este descubrimiento para la ganadería?
Con la administración de clamidosporas de D. flagrans se reduce la frecuencia de empleo de productos químicos, ya que si no se aplican medidas frente a las formas infectivas presentes en el suelo, es necesario repetir la quimioterapia con cierta periodicidad (2-3 meses), situación que encarece los gastos de la explotación y favorece la aparición de cepas de parásitos resistentes a algunos fármacos.
Además, en los últimos años se han producido grandes cambios en la alimentación humana, que se han centrado básicamente en el consumo de productos más sanos, con menor presencia de residuos que puedan resultar tóxicos para las personas. Este método de lucha antiparasitaria sería muy útil junto con otras medidas de control antiparasitario integrado en la ganadería ecológica, por ejemplo, en la producción de carne que podría optar a la denominación de ecológica, incrementando su valor.
Otro de los principales problemas que entraña el empleo de fármacos antiparasitarios reside en su toxicidad sobre organismos que existen en el ambiente, de modo que tras la metabolización de los parasiticidas, se eliminan residuos en las heces, orina o incluso a través de la piel, que pueden provocar la reducción de insectos coprófagos (moscas y escarabajos en especial), imprescindibles en la degradación de la materia fecal y su aprovechamiento por las especies vegetales del suelo. En este sentido, este tipo control antiparasitario resulta biológico y evita fenómenos de ecotoxicidad, resultando inocuo.
Fuente: Belén González Gracia para portalveterinaria.com
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