Las autoridades sanitarias españolas, así como los veterinarios, están alerta por la posible entrada en nuestro país del virus Schmallenberg con la llegada del buen tiempo. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) apoya esta hipótesis y ha emitido un informe sobre los posibles escenarios en que se encontrará la ganadería europea. El virus ya ha sido confirmado en 756 explotaciones ganaderas europeas.
El Programa Nacional de Vigilancia Epidemiológica frente al virus Schmallenberg prevé que si se declara la enfermedad en alguna explotación ganadera española será sometida a una investigación epidemiológica, así como las que estén en sus proximidades.
Según el Programa, publicado en la web de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria, el protocolo establecido también ordena la notificación del caso confirmado a la Dirección General de Sanidad de la Producción agraria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que, a su vez, lo remitirá a la Comisión Europea y a otros estados miembro.
Aunque según el documento, todavía no se prevé tomar medidas en las explotaciones que puedan resultar positivas de la enfermedad, la política frente a esta epizootía puede estar sujeta a revisión por la evolución epidemiológica de la enfermedad y el posible desarrollo de la legislación en la Unión Europea.
El Programa Nacional confirma que, a fecha 1 de febrero, no se han detectado cuadros clínicos en España atribuibles al SBV, pero que es necesario establecer la vigilancia preventiva dado si existen movimientos de animales procedentes de los países afectados con destino a España durante el periodo en el que parece probable que se produjeran las primeras infecciones.
El Programa de Vigilancia precisa que, debido al desconocimiento que existe sobre este virus, es crucial que se desarrollen actuaciones encaminadas a informar al sector vacuno, ovino y caprino, así como a los profesionales veterinarios sobre las características de la nueva enfermedad.
¿Qué es sospechoso?
Cualquier persona que tenga relación con los animales de la explotación, en particular el ganadero o los profesionales de la veterinaria, deberá contactar con los servicios veterinarios oficiales, que evaluarán los casos sospechosos, procederán a la toma de muestras e informarán de la sospecha.
Dichas muestras se remitirán al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (LCV) para su diagnóstico, que se realizará mediante la prueba RT-PCR desarrollada por el instituto Friedich-Loeffler de Alemania. Los animales vivos sospechosos serán objetivo de una toma de muestra de suero y de sangre, mientras que a los ejemplares muertos se tomarán muestras de cerebro y/o del bazo.
¿Qué opinan los veterinarios?
La Junta Interterritorial de la Organización Colegial Veterinaria advierte que la experiencia adquirida por el sector ganadero con la lengua azul servirá para agilizar las acciones a tomar ante una futura presencia del virus.
Para ello, remarcan que los laboratorios deben ponerse a trabajar en la vacuna que, atendiendo a los tiempos mínimos requeridos para su desarrollo, podría ponerse al servicio del sector para el mes de agosto.
Con la experiencia de la propagación del serotipo 8 de la lengua azul, localizado inicialmente en Holanda, consideran que es probable que esta epizootía llegue a España antes o después, y que dicha probabilidad aumentará a medida se presente un clima más templado.
Así mismo, recuerdan que, normalmente, la actividad que facilita más la transmisión de la enfermedad entre países suele ser el traslado de animales vivos. Por ello, ha abogado por que las diferentes administraciones públicas pongan en marcha un sistema de chequeo de los animales en origen y destino, así como un periodo de cuarentena, para no tener que recurrir a la prohibición del movimiento del ganado.
En cualquier caso, los diferentes colegios de veterinarios han remitido toda la información disponible sobre la casuística y sintomatología del virus a los profesionales de la veterinaria para que tengan conocimiento de primera mano de esta enfermedad, ya que serán los responsables de alertar de los casos sospechosos.
Nuevo informe de la EFSA
Por otro lado, la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) acaba de publicar un informe sobre posibles escenarios en la propagación del virus de Schmallenberg en rumiantes. Este informe ayudará a mantener informados tanto a los Estados miembros como a la Comisión Europea en relación a la situación tanto actual como futura en el espacio de la Unión.
Se cree que el virus pertenece a un grupo transmitido por insectos, aunque se necesitan más datos para controlar la presencia. Basándose en los datos disponibles hasta el momento, el informe aporta distintos escenarios epidemiológicos de posible aparición en los próximos meses en Europa. El desarrollo de estos posibles escenarios se basa en la hipótesis en que el modo de transmisión y los vectores son semejantes a la lengua azul.
El análisis concluye que el número de vectores y la temperatura tienen un impacto en la posible propagación del virus en poblaciones animales susceptibles. Sin embargo, quedan aspectos desconocidos, algunos relacionados con el desarrollo o no de una respuesta inmune protectora. Esto es importante pues el conocimiento científico de virus similares indica que los animales pueden desarrollar fuerte respuesta inmune después de haber estado expuestos a este virus, lo cual es relevante para la propagación.
Una evaluación preliminar realizada por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de enfermedades (ECDC) concluye que hasta el momento no existe evidencia que el virus puede ser causante de enfermedad en seres humanos. Dado que los virus con similitud genética no causan la enfermedad en seres humanos, es poco probable que este nuevo virus lo haga; sin embargo no se puede excluir.
Fuente: portalveterinaria.com
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