Cada cinco segundos se diagnostica una persona en el mundo con diabetes. Una enfermedad que cambia la forma de vida de aquellos a los que se le detecta. Según la Organización Mundial de la Salud hay tres formas de diabetes Mellitus, producidas por diferentes causas y con distinta incidencia. ??La Diabetes Mellitus tipo 1 afecta a cerca de 4,9 millones de personas en todo el mundo y, como cuenta el director científico Ramón Gomis, es una enfermedad crónica fundamentalmente diagnosticada a jóvenes, adolescentes y niños que necesita de insulina para su tratamiento. Gracias a la insulina, las personas con esta enfermedad tienen una esperanza de vida similar al resto de la población. Aunque ello no evita que muchas veces este trastorno cause problemas en los pacientes. Y es que a veces la falta de insulina genera una hipoglucemia, es decir, una caída de azúcar en sangre.??En la actualidad, no hay métodos para prevenir una hipoglucemia, que suele causar desmayos o convulsiones, aunque sí que son varios los síntomas que nos pueden poner en alerta, como la debilidad, los temblores, el dolor de cabeza, o la visión borrosa. Y desde hace unos años está comprobado también en los perros. Una estadística publicada por la Queen’s Univesity de Belfast indicaba que tres de cada cinco insulinodependientes reconocían que sus perros tenían la costumbre de ladrar, aullar y lamer a su dueño antes de sufrir una hipoglucemia. Por eso, a través del comportamiento de estos animales, el centro especializado de biodetección de Aylesbury, en Inglaterra, empezó hace unos años a entrenar a estos perros para acompañar a personas con diabetes.??Un proyecto que se inicia ahora en Barcelona de la mano de Ciberdem. «Amicus Canis» como explica Ramón Gomis, el coordinar de la iniciativa trata de entrenar a perros para que sean capaces de detectar el cien por cien de casos de hipoglucemia. El proyecto científico, formado por educadoras, médicos, biomedicos, y una entrenadora de perros, tiene el objetivo de mejorar la calidad de vida de estos pacientes. ??De momento, la investigación se encuentra en su fase inicial. Los investigadores se han propuesto, en una segunda fase del estudio, desarrollar una herramienta tecnológica para alertar a los pacientes de diabetes antes de que se produzca la bajada considerable de azúcar y, así, poder actuar cuanto antes.
Una sensibilidad diferente?El olfato es el sentido más desarrollado de los perros. Se calcula que tienen entre 200 y 300 millones de receptores olfativos, mientras que el ser humano tiene cinco millones. Por ello, cuando aparece una hipoglucemia el animal detecta el olor que expulsa el paciente. Según explicó Claire Guest, responsable del primer centro de entrenamiento de perros que detectan la hipoglucemia, los canes perciben pequeñas partículas de olor de hasta una trillonésima parte, lo que les hace muy eficaces.
Fuente: Lourdes Durán para larazon.es
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