Las aves y las mariposas se desplazan hacia latitudes más el norte buscando temperaturas más óptimas. Esto lo hacen para adaptarse al cambio climático; pero las temperaturas aumentan más rápidamente que la velocidad a que estas especies pueden moverse hacia el norte en Europa.
Así lo indica un estudio aparecido en la revista Nature Climate Change, y en que han participado científicos españoles. Concretamente, en las dos últimas décadas, el rango de temperaturas se ha desplazado hacia el norte 249 kilómetros. Dicho de otra manera, la temperatura media que ahora se registra en Barcelona, por ejemplo, es la que se daba hace dos décadas a 249 kilómetros más al sur.
El referido estudio indica que las aves se han desplazado hacia el norte unos 37 kilometros, mientras que las mariposas se localizan a 114 kilómetros más al norte de media. Todo esto se ha observado gracias a los inventarios y seguimiento que efectúan diversas organizaciones conservacionistas.
“En el caso de las aves, las especies más septentrionales han dismnuido, mientras que las meridionales aumentan”, dice Sergi Herrando, del Instituto d’Ornitolologia de Catalunya.
“Las áreas de distribución de aves y mariposas europeas se desplazan hacia el norte siguiendo los pasos del cambio climático, pero no llegan a situarse en las áreas que les resultan térmicamente adecuadas”, dice el informe. El resultado es que se ha acumulado una deuda climática de 212 km en el caso de los pájaros y de 135 km en el de las mariposas.
Hace unos años que se sabe que el cambio climático está teniendo efectos destacados sobre las especies de plantas y animales, pero el trabajo que aquí se presenta cuantifica los cambios ocurridos en la distribución de las comunidades de aves y de mariposas a nivel europeo durante las dos últimas décadas y demuestra que éstas están respondiendo de forma diferente al calentamiento global.
Los investigadores calcularon la temperatura media que vive cada especie y, a partir de este valor específico y de los datos de los seguimientos de aves y mariposas, la temperatura asociada a cada comunidad.
El trabajo analizó este índice para más de 10.000 áreas de muestreo de biodiversidad, desde Escandinavia a la cuenca Mediterránea. Y el índice aumentó en el período 1990-2008 en una magnitud equivalente a unos desplazamientos hacia el norte sorprendentes.
Así, a partir de esta evidencia indirecta de este índice, los investigadores han determinado que, en promedio, las comunidades de aves habrían movido hacia el norte 37 km en este periodo, mientras las mariposas lo habrían hecho 114 km.
“Este descubrimiento científico muestra no sólo que los pájaros y las mariposas no están siguiendo los pasos del cambio climático a una velocidad suficiente, sino que los dos grupos de organismos están experimentando un desacoplamiento espacial consecuencias muy negativas para el funcionamiento de los ecosistemas, dado que los diferentes grupos de organismos no viven desligados unos de otros.
A modo de ejemplo, sólo hay que pensar que muchos pájaros se alimentan de orugas de mariposas, y esto podría repercutir en una menor disponibilidad de recursos para un buen número de especies”, dice el informe.
El estudio se ha llevado a cabo con datos de Finlandia, Suecia, Reino Unido, los Países Bajos, la República Checa, Francia y Catalunya. El incremento del referido índice de temperatura comunitario durante el periodo de estudio es manifiesto en la mayor parte de países europeos, pero los datos analizados revelan un desplazamiento hacia el norte mucho más destacado en los países escandinavos, donde los efectos del cambio climático serían más pronunciados, que los mediterráneos.
En el caso concreto de Catalunya, los cambios observados no llegan a ser significativos, tal vez simplemente porque no se dispone de series temporales de datos más cortas, pero también porque la respuesta a las variaciones climáticas habrían sido de una magnitud menor.
Además, aquí la situación se complica porque otros factores, como los cambios en los usos del suelo, pueden tener efectos opuestos a los antes mencionados.
El seguimiento de la biodiversidad es una tarea de extraordinaria complejidad y sólo unos pocos grupos biológicos pueden ser bien estudiados.
Esta investigación ha sido posible gracias a los datos recogidos por parte de miles de aficionados a los pájaros ya las mariposas que, de forma voluntaria, han participado en los seguimientos de estos organismos en un total de siete países europeos.
Dos de los proyectos participantes, el seguimiento de aves comunes en Catalunya y el seguimiento de mariposas diurnas en Catalunya se llevan a cabo gracias a la ayuda del Departament de Territori i Sostenibilitat, el Institut Català d’Ornitologia y el Museo de Granollers de Ciencias Naturales.
En la publicación de Nature Climate Change han participado tres investigadores catalanes, Sergi Herrando, del Instituto Catalán de Ornitología; Constantí Stefanescu, del Museo de Granollers de Ciencias Naturales, y Lluís Brotons, del Centro Tecnológico Forestal de Catalunya, con el apoyo del CREAF y de los proyectos MONTES y BIOCAT-BB del Ministerio de Ciencia e Innovación y del proyecto europeo SCALA.
Fuente: Antonio Cerrillo para lavanguardia. com
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