Una de las serpientes más grandes del mundo, la pitón birmana, podría ayudar a combatir las enfermedades cardíacas en seres humanos debido a las propiedades de los ácidos grasos secretados por su cuerpo, según un estudio sobre reptiles y ratones, hecho publico este jueves.
Los autores de este trabajo, de la Universidad de Colorado, encontraron que la cantidad de triglicéridos -el principal componente de las grasas y aceites naturales- eran cinco veces mayor en la sangre de las pitones un día después de la ingestión de una presa.
A pesar del fuerte aumento de la grasa en el cuerpo de las serpientes, que pueden alcanzar hasta nueve metros de largo, estos investigadores no encontraron depósitos de grasa en su corazón.
Además, los investigadores detectaron un aumento de una enzima que ejerce un poderoso efecto protector sobre el corazón.
Después de determinar la composición química del plasma sanguíneo de las pitones en la digestión completa, los investigadores inyectaron una sustancia similar reconstituida a otras pitones con el estómago vacío. Los reptiles experimentaron, tras recibir dichas inyecciones, un reforzamiento de su músculo cardíaco, mostrando indicativos de un corazón sano.
El experimento se repitió con ratones, y se encontró los mismos efectos beneficiosos sobre el corazón. "Hemos descubierto que una cierta combinación de ácidos grasos pueden tener efectos beneficiosos sobre el crecimiento cardiaco de los organismos vivos", dijo Cecilia Riquelme, autor principal de este trabajo que apareció en la revista Science del 28 de octubre.
"Ahora tratamos de comprender el mecanismo molecular de este proceso y esperamos que los resultados conduzcan a nuevas terapias para tratar mejor las enfermedades cardiovasculares del hombre."
Fuente: lavanguardia.com
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