Los anunciantes de dulces y juguetes siempre han intentado seducir a los niños con ’spots’ que pueden parecer ñoños y horrendos al televidente adulto, pero que fascinan mágicamente al pequeño de la casa y lo dejan atrapado en un bucle incansable: quiero eso, quiero eso, quiero eso, quiero eso... Pues bien, el mundo de la publicidad acaba de dar un paso más en esa línea, al dirigirse al universo virgen del espectador canino. Nestlé Purina ha emitido ya en Alemania y Austria el «primer anuncio de televisión creado especialmente para perros», cuyo principio se intuye parecido al de la población infantil: la mascota no puede echar mano a la cartera para comprar el producto, el preparado alimenticio Beneful, pero se supone que su excitación ante las imágenes bastará para conmover el débil corazón de sus amigos humanos.
El anuncio, de veintitrés segundos, tiene una apariencia totalmente convencional: se ve a un precioso ’border collie’ que juega con su dueño y come en su escudilla. También incluye una lenta lluvia de ingredientes, con espigas, zanahorias, guisantes y trozos de carne que van girando a través de la pantalla. Más o menos lo de siempre, pero lo novedoso está en el audio, por debajo de la voz del locutor que habla en alemán: «La banda sonora contiene tres sonidos diferentes. El primero es similar al de un juguete de goma, el segundo es un golpe metálico agudo y el tercero es un sonido de alta frecuencia demasiado agudo para que lo perciban los humanos, comparable con un silbato para perros -explica a este periódico un portavoz de Nestlé, desde el cuartel general de la compañía en Vevey, Suiza-. El oído de los perros es el doble de fino que el humano, y pueden diferenciar sonidos ocho veces mejor que nosotros». ¿Ya serán capaces nuestros televisores de casa de reproducir esas frecuencias tan particulares? «El anuncio está diseñado para funcionar en equipos normales».
«Era la primera vez que creábamos un ’spot’ para perros, y la idea detrás del proyecto era responder a las preguntas ’¿cómo podemos dirigirnos directamente a los perros?, ’¿cómo podemos dirigirnos a ellos en su propio idioma?’», desarrolla el responsable. La empresa ya contaba con un equipo de expertos en comportamiento animal, establecido en Missouri (Estados Unidos), así que pudo recurrir a su propia plantilla de científicos para asesorarse sobre los hábitos televisivos de los perros. Al parecer, los primeros intentos fueron recibidos con indiferencia y orejas abatidas, pero los publicistas fueron afinando su propuesta: «Cuando se proyectó el anuncio a los perros y escucharon los sonidos, empezaron a menear la cola y prestar atención a lo que estaba sucediendo en la pantalla. Por supuesto, no todos reaccionan de la misma manera: puede que en ese momento estén distraídos, o jugando con sus dueños... Como nosotros, tienen su propia forma de ser». También influyen las experiencias vividas por el animal: probablemente, el perro que jamás haya jugado con un pato de goma no se inmutará siquiera ante el inconfundible ’chuik’.
El gato confundido
En YouTube, donde está colgado el ’spot’ desde hace un par de meses, se han ido acumulando comentarios para todos los gustos: algunos se asombran por la súbita atención que ha prestado su mascota, pero abunda la decepción de quienes no han apreciado ningún efecto. Un espectador apunta que su gato ha respondido al estímulo, como si ello supusiese algún problema de identidad, y no faltan los internautas preocupados por la manipulación subliminal: «¿Cuánto tiempo llevarán haciéndonos estas cosas a nosotros?», plantea un mensaje.
En realidad, el anuncio no es el primer arrebato de originalidad que ha tenido Nestlé Purina a la hora de promocionar este producto. El año pasado pusieron en marcha, también en Alemania, una campaña que ha recibido importantes premios: los carteles publicitarios instalados en las calles estaban impregnados del aroma de Beneful, de manera que los perros interrumpían su paseo para olfatearlos con insistencia, como diciendo ’quiero eso, quiero eso’.
Fuente: CARLOS BENITO para eldiariomontanes.es
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