Las células madre embrionarias de seres humanos no se podrán patentar, según la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) en Luxemburgo.
La decisión del TUE es el último capítulo de un litigio que se remonta a 1997, cuando el neurobiólogo alemán Oliver Brüstle, de la Universidad de Bonn, patentó un método para fabricar neuronas a partir de células madre embrionarias. La organización Greenpeace demandó esta patente y el caso llegó finalmente a Luxemburgo, cuando los jueces alemanes elevaron la consulta al tribunal europeo para saber si violaba o no las leyes de la UE.
La disputa, que ha mantenido en vilo a la comunidad científica, se ha resuelto a favor de los ecologistas al determinar el TUE que deberá considerarse como "embrión humano" a todo óvulo humano a partir de la fecundación y que cualquier método que implique su destrucción no se puede patentar.
"El uso de embriones humanos con fines terapéuticos o diagnósticos aplicados al propio embrión y para el que sean útiles es patentable", ha explicado el Tribunal en un comunicado. "Pero su uso en la investigación científica no lo es". Y añade: "Un proceso que implica a extracción de células madre de un embrión humano en el estadio de blastocisto [4-5 días después de la fecundación] y la destrucción del mismo no puede ser patentado".
La comunidad científica ha temido durante meses la llegada de esta decisión, que ratifica la opinión legal del Abogado General Yves Bot, presentada en marzo. Según muchos investigadores, esta sentencia puede suponer un obstáculo a la investigación y el desarrollo de un área de la que se espera que surjan numerosas terapias del siglo XXI.
En su dictamen, que respondía al recurso presentado por Brüstle, Bot señalaba que debería prohibirse patentar "una invención que utilice células madre embrionarias" pues su "aplicación industrial" significaría utilizar los embriones humanos "como banal materia, lo que sería contrario a la ética y al orden público".
"Es un increíble revés para la investigación biomédica con células madre", ha declarado Brüstle en una entrevista posterior a la resolución. El Tribunal de la UE "ha adoptado una postura extrema sobre las restricciones en esta área, que tendrá graves repercusiones a nivel global, especialmente en la competencia científica con EEUU y Asia", añade.
La decisión del tribunal "significa que la investigación fundamental se podrá realizar en Europa, pero el desarrollo posterior no", ha explicado el neurobiólogo alemán. "Quiere decir que los científicos europeos pueden preparar el terreno pero otros recogerán los frutos. Es algo muy lamentable".
Fuente: elmundo.es
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