La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha alertado de que se necesitan "de manera urgente" vacunas, infraestructura y equipos por un valor cercano al millón de dólares para combatir la fiebre aftosa en Corea del Norte. Además, el país asiático debe fortalecer la capacidad de sus servicios veterinarios para hacer frente a la enfermedad.
La FAO hace estas recomendaciones después de que una misión conjunta con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) visitara el país asiático entre el 27 de febrero y el 8 de marzo pasados a petición del gobierno local para estudiar la situación en la zona. La misión visitó varias granjas colectivas, el laboratorio veterinario nacional y diversos centros sobre el terreno dedicados a la sanidad animal.
Los expertos concluyeron que la capacidad del país y de sus servicios veterinarios para detectar y contener los brotes de fiebre aftosa necesita fortalecerse, potenciando prácticas adecuadas relativas a la seguridad biológica y mejorando sus laboratorios.
La FAO calcula, además, que se requiere "de manera urgente" alrededor de un millón de dólares para tareas de formación, suministros e infraestructura, adquisición de vacunas y el establecimiento de sistemas de seguimiento, información y respuesta.
Durante su visita, los expertos orientaron a las autoridades veterinarias de Corea del Norte sobre la toma y manejo de muestras de fiebre aftosa. Según informó la FAO, los veterinarios norcoreanos tomarán nuevas muestras que serán enviadas a un laboratorio internacional para su análisis con el objetivo de determinar el tipo de virus aparecidos en los brotes e identificar la vacuna más eficaz para hacerles frente.
Se ha informado de la aparición de brotes de fiebre aftosa del tipo O en diversas localidades, en ocho de las 13 provincias de Corea del Norte.
La fiebre aftosa no supone una amenaza directa para los seres humanos, pero sí para la ganadería. La enfermedad, que está provocando la muerte de muchas cabezas de ganado, debilita a los animales que la sufren, lo que repercute negativamente en sus tareas de labranza la tierra, recolección de cosechas o producción de leche.
La FAO recuerda que "los animales de granja son cruciales para la seguridad alimentaria en Corea del Norte", ya que vacas y bueyes se utilizan principalmente para la producción láctea y son una fuente importante de fuerza de tiro en la producción agrícola. Las cabras y los cerdos, también susceptibles de contraer la fiebre aftosa, son otra fuente importante de carne y productos lácteos.
La cabaña ganadera actual en Corea del Norte está formada por 577.000 cabezas de ganado vacuno, 2,2 millones de cerdos y 3,5 millones de cabras, informó la FAO. La fiebre aftosa afecta al ganado vacuno, búfalos, ovejas, cabras, cerdos y otros animales ungulados y es altamente contagiosa. Se transmite a través de las mucosidades, saliva o fluidos corporales que pueden contaminar materiales como ropa, jaulas, plataformas de carga de camiones o el heno.
Fuente:agrocope.com
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