A partir de mañana, todos los perros extremeños deberán tener implantado un microchip identificativo y estar dados de alta en el Registro de Identificación de Animales de Compañía de Extremadura (RIACE) y en su censo municipal. Los propietarios que no cumplan con estas dos obligaciones se exponen a ser sancionados con multas de entre 300 y 1.500 euros. Según los últimos datos de los colegios oficiales de veterinarios de Cáceres y Badajoz, más de 103.000 perros de la región tienen ya el dispositivo instalado y están inscritos en el registro autonómico.
Tras un año de moratoria, para que los dueños fuesen adaptando progresivamente la situación de sus mascotas a la normativa, el Decreto de la Junta de Extremadura sobre identificación, registro y pasaporte de animales de compañía es completamente aplicable a partir de mañana. De esta forma, desde ahora, los agentes de la Policía Local e incluso la Nacional, de la Guardia Civil y del Seprona podrán comenzar a comprobar la situación legal de cada perro. Para ello, a través de lectores de microchip, comprobarán si el animal lo lleva implantado (junto a la oreja izquierda) y después deberán cerciorarse de que también está dado de alta en el RIACE. En el caso de que se incumplan alguna de las dos exigencias, las autoridades denunciarán el caso ante la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural. Las sanciones pueden llegar hasta los 1.500 euros --sanción contemplada en el caso de abandono--, según las leyes aplicables en materia de sanidad animal, de protección y de cuidado de animales. Además, tal y como confirma el presidente del Colegio de Veterinarios de Badajoz, Julio López Gimón, los veterinarios también podrán notificar los casos de incumplimiento e incluso negarse a realizar el tratamiento veterinario si el animal no lleva el pertinente microchip.
Fuente: AITOR FERNANDEZ para lacronicabadajoz.com
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