La acidificación de los océanos como consecuencia de la actividad humana impactará de manera «profunda» y «pronto» en la vida marina, aunque no aumenten las emisiones de dióxido de carbono (CO2), según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
«Sólo una reducción rápida y considerable del uso de combustibles fósiles y de la deforestación puede ayudar a restablecer la salud de los océanos», advierte la organismo.
La acidificación actual es diez veces más rápida que la que precedió la extinción de numerosas especies marinas hace 55 millones de años, señala el informe. Y afecta de forma más rápida y grave al Océano Ártico. Los ecosistemas más vulnerables, como los arrecifes coralinos, que albergan gran riqueza biológica, se verán «gravemente dañados de aquí a 2050».
Fuente: abc.es
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