El año académico 2022/23 podría arrancar, en lo que al grado de Veterinaria concierne, con dos grandes novedades. De un lado, la Universidad Católica San Antonio, en Murcia ha tramitado la autorización y ya ha obtenido el visto bueno de la Conferencia General de Política Universitaria para impartir este grado, con 60 plazas. Del otro, la Universidad Católica San Vicente Mártir de Valencia, prevé duplicar su oferta actual hasta llegar a las 120 plazas. La Comunitat, con ‘sólo’ dos facultades privadas -junto a la del CEU-Cardenal Herrera- se sitúa a sólo 10 de arrebatar el liderazgo de nuevo a la Comunidad de Madrid en cuanto a la oferta de estos estudios (420 plazas frente a 430). De ahí, que el Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) muestre su oposición a sendos proyectos, reclame que finalmente no sean autorizados y augure que su impulso sólo añadirá “mayor grado de precariedad laboral” a la profesión.
Como refleja el cuadro, desde 2014 la oferta de este grado por parte de las universidades públicas se ha mantenido casi inalterada, incluso ha descendido. En sentido contrario, la de las privadas se ha disparado en esos ocho años un 151% (de las 300 de 2014 a 755 plazas con las que arrancaría el próximo curso).
Exceso de veterinarios
En 2014, la propia Conferencia de Decanos de Veterinaria de España (CDVE) -que aglutina a todas las facultades de este grado- emitió un informe razonado y muy crítico sobre la situación de la docencia de estos estudios en España. Ese mismo año,la CDVE invitó a los colegios a sumarse a una protesta con la apertura de nuevas facultades. Entonces había 9 centros públicos y 3 privados y la CDVE instó a los colegiados a protestar contra las nuevas aperturas.
En 2018, la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (Amvac) -con 22.400 veterinarios en activo entonces, ahora son varios miles más- ya calculó que, para adaptarse a la media de otros países de referencia, en función de su la población, debía haber entre 13.900 y 16.200 profesionales, es decir, constató un exceso medio de 9.406 veterinarios.
Ratio por habitantes
En junio de 2019, ante la posibilidad de que la propia Universidad Católica abriera otra facultad en San Juan (Alicante) y que hiciera lo propio en Madrid la U. Europea, la CDVE desempolvó aquel informe de 2014 y lo actualizó. Se evidenció entonces que la saturación universitaria de este grado, lejos de aliviarse, se había agravado: España lideraba en la UE y con creces (en 2019) la ratio de veterinarios en activo por millón de habitantes (606) y, lejos de estar reconduciendo esta tendencia, la seguía alimentando puesto que también era el Estado miembro que más entradas de nuevos estudiantes presentaba cada año, 1.400.
Durante los últimos tiempos, pese a la contundencia de las cifras citadas y de la oposición de la CDVE, de la Organización Colegial Veterinaria (OCV) o del mismo CVCV, se ha especulado con la posibilidad de abrir la primera facultad pública de Veterinaria de la Comunitat por parte de la Universidad de Valencia -paralizada en 2015 por falta de fondos-, con otra privada en El Campello a cargo de Mare Nostrum e incluso, ya en 2019, uno de los candidatos a rector en la U. Miguel Hernández propuso una tercera en el Campus de Orihuela. Nada de ello salió adelante pero, a nivel nacional, sí se inauguró la pública de Lleida en 2015 -de Ciencia y Producción Animal/Veterinaria-; en 2021 se materializó el proyecto de la U. Europea en Madrid y ahora el de la U. Católica de Murcia, que aún no dispone del visto bueno del Gobierno Murciano. Eso y se aprobaron ampliaciones de plazas, las más importantes las del CEU (de 120 a 300) y ahora la de la Católica (de 60 a 120)
De las 12 facultades de 2014 se ha pasado a 15 en 2022 cuando, según la OCV y la CDVE, con arreglo a las necesidades de nuestro país sólo se requerirían de entre 5 y 7.
Salarios
Lo cierto es que el crecimiento del propio sector clínico y la firma en agosto de 2020 del primer convenio colectivo en este sector, han servido para mejorar las remuneraciones de sus profesionales: en los últimos 4 años se han incrementado en torno a un 40%, según datos del INE. Pero, esta evolución no cambia otro hecho más relevante si cabe: al terminar la carrera -según el Ministerio de Educación- los de Veterinaria son los recién graduados peor pagados -con 15.581 euros anuales frente a los 19.965 de media del resto de carreras- y cuatro años después de hacerlo, siguen ocupando la cola -con 22.838 euros por los 28.081 de media-.
“El mercado local no da de sí y estamos exportando estudiantes a otros países con mejores condiciones mientras, en ocasiones, hay dificultades para contratar clínicos con un perfil más especializado”, coinciden en destacar la presidenta del ICOVV (Valencia) y del CVCV, Inmaculada Ibor y el presidente de Icoval (Alicante), Gonzalo Moreno del Val. “La carrera se está mercantilizando, falta planificar la oferta y garantizar una salida profesional digna”, concluyen.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org