P: ¿De qué nivel formativo en materia de gestión partieron los alumnos del curso?
R: Había veterinarios con mucha experiencia en sus propias clínicas, pero eso no quiere decir que no hubiera margen para la mejora. La comunicación con el equipo del centro o con los clientes puede ser más efectiva con el tiempo, pero muchas veces no es sólo cuestión de hablar sino también de escuchar.
P: Y por las experiencias compartidas, ¿qué nivel cree que en esta materia tiene el sector clínico alicantino?
R: En los debates que han surgido ha habido dos problemas recurrentes: la gestión del personal, la forma en la que se lidera al equipo y cómo afrontar la competencia de precios bajos, cómo mantener un servicio de calidad sabiendo cómo en muchas ocasiones se está desprestigiando la profesión. La irrupción de los fondos de inversión, de las corporaciones, si es buen momento para vender, por cuánto... eso siempre ha estado latente en el curso
P: Pero siempre se argumenta que, Alicante, por el peso turístico y de población residencial extranjera tiene un sector clínico especialmente dotado de equipos, preparado en idiomas...
R: Sí, es cierto, algunos alumnos comentaban que trabajaban más en inglés que en castellano, pero la tecnología, los equipos no son juguetes. Mercader hizo mucho hincapié en los indicadores, en las ratios que hay que conseguir para amortizar esas inversiones. Hay que romper el mito: para practicar una buena medicina no se necesita estar hipertecnificado, una correcta asistencia veterinaria, que sirva para estrechar el vínculo con el cliente y ganarse su confianza es también síntoma de calidad y fideliza a los clientes más que una clínica bien equipada.
P: La mitad de las horas dedicadas eran prácticas, con ejercicios para sellar el aprendizaje. ¿En qué se traduce eso?
R: En el curso nadie sermoneaba, no hemos abrumado con powers points... las clases eran continuos intercambios de preguntas-respuestas cuyas soluciones acababa por darlas casi siempre el propio alumno con mini-ejercicios basados en experiencias de aprendizaje. Si te cuento una historia no debo además darte mascada la moraleja, sacándola tú es como se aprende. Los gestores de clínicas que trabajan con equipos se sienten muchas veces solos, les es complicado compartir con otros sus problemas. Ése ha sido -creo- uno de los grandes legados de este curso: compartiendo conflictos hemos creado comunidad, hemos forjado un sentido de pertenencia, vínculos y relaciones con las que todos hemos aprendido.
P: Resulta chocante que el reciclaje sea una constante en cuanto al ejercicio clínico y no así en cuanto a la formación empresarial, en gestión...
R: Las facultades no tocan estos temas. A los jóvenes licenciados no se les genera esa inquietud y es natural que el buen ejercicio lo vinculen con mejor medicina, mejor cirugía... y eso es fundamental pero no suficiente. Después llegan los disgustos, las frustraciones porque la medicina no alcanza si no hay gestión... pero ésa reflexión llega en una etapa ya más madura.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org