Cerca de cuarenta perros, principalmente de la raza samoyedo, han sido rescatados de un refugio situado en la localidad alicantina de Sax, en la que estaban hacinados sin ningún tipo de control sanitario o administrativo. La gran mayoría de estos animales presentaban enfermedades y lesiones, según han podido constatar el Seprona) de Monóvar y Alicante. Fuentes del Ayuntamiento de Sax han confirmado que los principales responsables del centro, Vicente Poveda y Roberto Artillo, presidente y coordinador de la Agrupación Defensora de Animales de Elda (ADA), están siendo investigados por un delito de maltrato animal, otro de apropiación indebida y numerosas infracciones. Ambos están en libertad con cargos y en espera de juicio.
El caso se abrió en noviembre del año pasado. Al Seprona llegó una alerta que indicaba que la ADA podría haber establecido “una red de tráfico de animales de compañía” de ámbito nacional y con sede en el municipio murciano de Mazarrón. Fue entonces cuando comenzó la vigilancia sobre Poveda y Artillo, que un mes después trasladaron unos cuarenta ejemplares de samoyedo y malamute de Alaska e incluso lo difundieron entre los medios de comunicación como un rescate para el que pedían colaboración ciudadana.
Este movimiento generó una primera investigación del Seprona, cuyos agentes localizaron 36 perros, de distintas razas, cuatro cadáveres de animales adultos y otros tantos cadáveres de cachorros, recién nacidos, de samoyedo. Al parecer, los ejemplares adultos presentaban lesiones producidas por “ataques de otros perros”, según las mismas fuentes. Los efectivos de la Guardia Civil desplazados comprobaron además que los investigados “carecían del documento de núcleo zoológico” obligatorio y que las instalaciones en las que albergaban a los animales trasladados mostraban numerosas “deficiencias de documentación en cuanto a materias sanitarias o de seguridad”.
Un cadáver ‘con dueña’
La Guardia Civil señala que una segunda inspección de la finca saca a la luz tres cadáveres de perros más y otro de gato, semienterrado, todos ellos con lesiones producidas por peleas entre los animales albergados. Uno de los canes descubiertos llevaba un chip identificador con el que los agentes descubrieron a su propietaria, quien declaró que en la asociación le habían asegurado que su perro “se había escapado de las instalaciones”.
Los animales rescatados fueron reconocidos médicamente y solo cuatro estaban sanos. Del resto, nueve padecían leishmaniosis, otros trece estaban infectados por enfermedades que transmiten parásitos como las garrapatas o las pulgas y uno presentaba lesiones de mordeduras. Todos los ejemplares rescatados “han sido entregados a otra protectora, de forma temporal, para que se haga cargo de ellos”, indican las fuentes consultadas.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org