El Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) confía en que, una vez reeditado el Pacte del Botànic y constituIdo el nuevo Consell, la Generalitat cumpla los compromisos adquiridos y afronte en la que legislatura que ahora arranca la reforma necesaria para integrar la figura del veterinario en los bous al carrer. Así lo vino a reivindicar la presidenta del órgano colegial autonómico, Inmaculada Ibor, en el transcurso de una entrevista en Ser Valencia el pasado 1 de junio. “Soy optimista” dijo Ibor, quien alertó, además, de la urgencia de promover tal cambio para implantar un control sobre el bienestar y la sanidad animal en estos festejos, más aún dados los altos índices de prevalencia de tuberculosis bovina en la Comunitat. Por el contrario y en respuesta a estas declaraciones, el presidente de la Federación de Peñas Taurinas de la Comunitat, Vicent Nogueroles, descargó la responsabilidad de la expansión de tal zoonosis en la Conselleria de Agricultura y dejó entrever abiertamente que este asunto nada tiene que ver con la celebración de estos encierros y el tránsito de reses.
Lo dicho por Ibor no difirió en absoluto de lo manifestado anteriormente en un artículo de opinión publicado el 4 de abril por El Mundo, elocuentemente titulado ‘Política versus sanidad y bienestar en el bou’ . Como entonces, esta vez en la radio, la presidenta de los veterinarios valencianos enmarcó los retrasos en la prometida reforma reglamentaria en la “politización” y las “presiones” ejercidas por los representantes de las peñas, que siempre han aludido al supuesto alto coste derivado de la contratación de los veterinarios para desacreditar su posible papel.
Sin embargo, tal argumento resulta difícilmente compatible con una tradición -como se encargó de remarcar también Ibor basándose en un informe de 2018 de la Universidad de Valencia- que genera inversiones por 36,7 millones de euros, más de 10 de ellos sólo en la compra o alquiler del ganado. “La contratación de los veterinarios supondría un coste muy pequeño, ínfimo”, remarcó.
‘Informes del ministerio’
De igual manera, en el transcurso de la intervención radiofónica, la presidenta del CVCV recordó que el tratamiento legal de las reses que participan en estos festejos es el mismo que rige para la ganadería y advirtió de la existencia de informes del Ministerio de Agricutlura que atribuyen a estos encierros “la causa más importante de persistencia de la tuberculosis bovina”. Documentos oficiales y de carácter técnico que explican que en estos espectáculos “participan ganaderos de distintas autonomías, compartiendo instalaciones y en ocasiones cabestros y medios de transporte”. De ahí -según reporta el MAPA y recordó la presidenta- que “el riesgo de difusión de este tipo de enfermedades aumente notablemente”.
Pese al alto impacto ganadero que tiene la detección de focos de esta enfermedad -que implica el sacrificio de las reses afectadas y medidas cuarentenarias- el representante de los peñistas instó a Ibor, preguntado al día siguiente por la Ser, a “hablar con la Administración para que aumenten los controles”. En todo caso, dejó claro Nogueroles, a su juicio “la responsabilidad de la tuberculosis bovina no corresponde a las peñas sino a la administración y a los veterinarios de ésta”.
Bienestar
El CVCV viene inisitiendo en remarcar que, más allá del control sanitario, la función del veterinario permitiría mejorar el bienestar animal y adaptar la tradición “a los tiempos modernos y las nuevas sensibilidades, introduciendo un control independiente y cualificado”
- Ver cadenaser.com / 1-6-2019
- Ver cadenaser.com / 2-6-2019
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