Era el público más adecuado y los responsables colegiales no desaprovecharon la oportunidad. De un lado, la presidenta del Consell Valencià de Col`legis Veterinaris (CVCV), Inmaculada Ibor, se dirigió a los alcaldes y empleados locales que asistieron al I Congreso Municipal de Bienestar Animal para exhibir el potencial del RIVIA como herramienta clave en la identificación de perros y équidos, tanto a efectos estadísticos como para la lucha contra el abandono. Se trata de un registro propiedad de la Conselleria de Agricultura pero que gestiona, en virtud de un convenio, el CVCV y que goza de validez a todos los efectos legales. En la actualidad, ya ha sido usado por más de 300 de los 540 municipios existentes en la Comunitat. Del otro, el presidente de Icoval, Gonzalo Moreno del Val, reivindicó la figura del veterinario como profesional para “introducir criterios técnicos” en la redacción de ordenanzas de mascotas, para habilitar espacios públicos para perros o gatos y, en general, a la hora de aportar soluciones a los problemas de convivencia entre vecinos y animales.
Ibor repasó someramente la evolución del RIVIA desde que en 1996 fue encomendada su gestión a los colegios de veterinarios. Aquel registro de canes microchipados se amplió, con la primera regulación autonómica de Perros Potencialmente Peligrosos (PPP) para identificar a los animales de raza así catalogada y a aquellos que temporalmente adquiriesen tal condición por haber protagonizado algún incidente. En 2012 pasó a listar también los équidos y más recientemente (orden 3/2016) se recurrió al RIVIA para canalizar también el registro de enfermedades de declaración obligatoria derivado de la creación de la Red de Vigilancia Epizootiológica.
Contra el abandono
Como muestra el ‘pantallazo’ sacado de la presentación de Ibor, este programa aporta hoy información de gran relevancia para los municipios y para los policías locales que normalmente tienen que asumir la gestión efectiva de los conflictos con mascotas: a través de los veterinarios colaboradores permite la identificación de perros a través del microchip (en gatos es voluntario); actúa como soporte informático para contener los pasaportes, sellos o informes asociados a cada animal y realiza un seguimiento de las denuncias por pérdida, hallazgos realizados y agresiones que pudieran haber podido protagonizar. El CVCV asume, además, la gestión de las altas, bajas y cambios de titularidad que se puedan realizar en y -como se ha avanzado- desde hace un tiempo que también centraliza las comunicaciones de hasta 10 enfermedades zoonóticas de declaración obligatoria por parte de los veterinarios clínicos y que son, por tanto, de interés para la salud pública.
“El RIVIA puede reducir los costes de gestión y de mantenimiento de los censos municipales y es una herramienta imprescindible en las políticas de lucha contra el abandono de animales”, concluyó Ibor. Acto seguido, aportó datos publicados por la Fundación Affinity: de los 140.000 perros y gatos que se abandonan cada año y que acaban en perreras o protectoras, un 29,7% de los canes portaba microchip y sólo un 2,3% de los gatos lo tenía; pues bien, de tal cantidad de abandonos, un 20-25% de los canes y un 3-5% de los felinos fueron retornados a sus dueños. “Existe una correlación entre la identificación y la recuperación de animales”, concluyó.
La presidenta del CVCV propuso a los ayuntamientos que estén interesados incorporarse a la comisión técnica del RIVIA y detalló que sus próximas mejoras pasan por adaptar la web al uso en móviles para así facilitar la labor de consulta a los agentes de la policía local e incluso apuntó la posibilidad de introducir algunos cambios para facilitar a los consistorios la tramitación de licencias para PPP.
Tenencia responsable
Las cuestiones vinculadas a la tenencia responsable de mascotas “no son una cuestión menor”, se encargó de advertir acto seguido Moreno del Val. Si la media nacional se sitúa en un animal por cada siete habitantes, este cociente se reduce a cinco en el caso de la Comunitat Valenciana. “ Los ayuntamientos tienen la mayor parte de las competencias pero no cuentan con los recursos humanos y técnicos necesarios para afrontar los problemas de convivencia que pueden conllevar los animales”, lamentó el presidente de Icoval. Y los conflictos generados no son livianos: ruidos, olores, perros potencialmente peligrosos, bienestar animal/abandono, control de colonias felinas y su afección a la salud pública...
De ahí, que el representante colegial insistiese en la necesidad de que los consistorios incorporen a sus plantillas a veterinarios que aporten “su visión como expertos en las soluciones que los ayuntamientos deben plantear a todos estos problemas y a los debates que inevitablemente se generan entre sus vecinos derivados de la gestión de albergues, parques, playas caninas...”.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org