Con un IVA veterinario reducido, el Estado recaudaría más
22-03-2018
.jpg)
El ‘Informe sobre la situación socioeconómica y laboral del sector veterinario de animales de compañía en España’ que presentó el 21 de febrero la Confederación Española de Veterinaria (CEVE) en la sede de CEOE, sugiere que las arcas del Estado ingresarían al menos 5 millones de euros más por distintos conceptos si se aplicase el IVA reducido (10%) a las clínicas veterinarias en vez del general (21%). Este cambio aportaría además numerosas ventajas económicas y sociales, como la mejora del mercado laboral, el incremento de los márgenes comerciales, el ajuste de precios para los clientes, el aumento de la cifra de negocio de las empresas proveedoras y una situación sanitaria más favorable.
Este estudio ha sido realizado por el director del departamento de Empresa de la Escola Mediterrani de Barcelona (Universitat de Girona), Óscar Gutiérrez Aragón y por el profesor del Área Estadística del mismo departamento, Gaspar Berbel.
Gutiérrez consideró que el impacto positivo de la aplicación de la tasa reducida, tanto en la facturación como en la calidad y cantidad del empleo, provocaría que los ingresos públicos aportados por los servicios veterinarios de animales de compañía creciesen hasta los 13,45 millones de euros al año. Esto sería posible gracias a la mayor recaudación esperada para este impuesto, pero también para el Impuesto de Sociedades, las aportaciones a la Seguridad Social y el IRPF. Se trata de una cifra muy por encima de los 8,48 millones que se recaudan anualmente por IVA en la actualidad.
El director del estudio consideró que la subida del IVA provocó que “las clínicas sufrieron una reducción drástica de beneficios o entraran directamente en pérdidas”, puesto que el margen medio del sector se mueve en unas cifras entre el 10 y el 15%, un valor similar al de subida del impuesto. Y resaltó que entre 2008 y 2013, el volumen de negocio de la totalidad del sector disminuyó un 11,82%.
Deterioro
La subida del IVA tuvo un efecto directo en la reducción de la calidad del empleo, como lo demuestra que en 2012 y 2013 el número de eventuales se incrementó en un 43,65% y la tasa de estabilidad en el empleo descendió un 7,22%. Entre 2011 y 2014 se constató un descenso de un 6,28% en los gastos de personal del sector y el salario medio disminuyó un 13,63% entre 2008 y 2014, lo que supone una pérdida anual de más de 2.100€, con una merma de productividad superior al 20% .
El escenario laboral para las nuevas generaciones de veterinarios fue calificado de “desolador”, puesto que en el periodo comprendido entre los meses de junio de 2016 y 2017 el desempleo de los profesionales entre 25 y 29 años creció un 700 por cien.