Los controles realizados en diciembre por la Dirección General de Farmacia de la Generalitat Valenciana sobre más de un centenar de clínicas de Valencia fueron el mejor reclamo. El salón de actos del Colegio de Alicante (Icoval) se quedó pequeño y se optó por reservar un espacio mayor en el Palacio de Congresos de la capital provincial. Más de 250 veterinarios buscaron un hueco en sábado y acudieron el pasado 10 de febrero a la jornada organizada por Icoval para resolver dudas sobre la normativa del medicamento veterinario, el mantenimiento de los registros para asegurar la trazabilidad de los mismos y, tanto o más, para conocer de primera mano lo acontecido en la vecina provincia. Luis Sena, secretario técnico del Colegio de Valencia (ICOVV) se desplazó a Alicante para dar testimonio de ello y para, de la mano del propio presidente colegial, Gonzalo Moreno del Val, tratar de dar respuesta a los problemas que se sabe están enquistados en esta materia.
El encuentro sirvió también para constatar el malestar creciente en el colectivo por las restricciones de la propia normativa -que prohíbe a los clínicos comercializar cualquier medicamento veterinario, incluso sin prescripción, o por el mantenimiento del IVA desde 2012 al 21%, lo que discrimina a este grupo del resto del sector sanitario.
Resistencias a antibióticos
Moreno del Val y Sena trasladaron que la creciente preocupación de las autoridades por las resistencias a los antibióticos ha sido la causante de la presión inspectora ejercida. En los contactos mantenidos con la Administración autonómica, el Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios (CVCV) ha reclamado que, si bien se cree "fundamental" el uso racional de estos fármacos, está fiscalización debería ser igualmente ejercida sobre todos los establecimientos que comercian con medicamentos. Junto a ello, se ha evidenciado que los planes nacionales de control en esta materia van más orientados a la revisión de la utilización de medicamentos en animales productores de alimentos y no tanto a la prescripción en clínicas de pequeños animales.
Para evitar lo acontecido en muchos casos en Valencia -en los que los gerentes de las clínicas han tenido que remitir a las autoridades ingentes cantidades de papel, en muchos casos, o de archivos alojados en un pendrive con los historiales clínicos, en otros-- el CVCV tiene previsto contactar con las empresas responsables de los programas de gestión de estos centros para estudiar la manera con la que “facilitar el registro de la documentación requerida por la Administración”, explicó el presidente de Icoval.
Es más, se aclaró que -gracias a los contactos mantenidos con esta dirección general- se logró limitar el periodo temporal para el que se requería la documentación en materia de trazabilidad, de un año a sólo un semestre. De igual manera, una vez se conozca el resultado de los controles, el Colegio de Valencia (ICOVV) tiene previsto realizar una jornada en la capital para analizar la situación.
¿Cambio legal?
Frente a las reiteradas críticas de los asistentes a la jornada por las contradicciones de la Ley del Medicamento, el presidente de Icoval informó de las conversaciones que a este respecto se mantienen con el Consejo General de Colegios Veterinarios de España (CGCVE). Efectivamente, en un reciente encuentro celebrado en Madrid para abordar específicamente esta materia, se concluyó que lograr un cambio legal para que, por ejemplo, a los clínicos se les permita poder comercializar los medicamentos sin prescripción -como ya lo hacen muchos tipos de establecimientos minoristas- debía de ser “una prioridad”. Y la Junta Interterritorial del CGCVE celebrada en diciembre, ratificó tal postura.
En esta materia, Del Val recordó las gestiones realizadas por el CVCV en 2013, que permitieron obtener el compromiso de la Dirección General de Farmacia de la Comunidad Valenciana para acometer un desarrollo reglamentario con el que autorizar a los veterinarios valencianos para la venta de medicamentos no sujetos a prescripción. Cuando se elevó tal posibilidad a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ésta se mostró inflexible y rechazó aceptarlo mientras no lo permitiera la regulación nacional.
Ubicación del botiquín
Sena, por su parte, repasó durante dos horas los requerimientos fundamentales de esta misma regulación, los mismos a los que la DG de Farmacia se acoge para hacer ahora los controles a las clínicas.
En primera instancia, destacó la necesidad de comunicar al colegio la ubicación y disposición del depósito de medicamentos. Acto seguido y para facilitar la identificación y el consiguiente cumplimiento en cuanto a su prescripción y registro, recomendó a los presentes fijarse en los envases en la simbología ‘Sigre’ específica o acudir a las bases de datos on line de la AEMPS para medicamentos veterinarios (Cima Vet) o medicamentos de humana (Cima). En este sentido, de cara a asegurar una correcta prescripción excepcional por vacío terapéutico, expuso los tres niveles de la decisión en cascada e insistió en la necesidad de marcar con una X la casilla pertinente de la receta que sirve para especificar tal cosa.
Registros
“Suponemos que los controles repararán especialmente en las clínicas en las que haya grandes desviaciones en la gestión de la trazabilidad y en los registros internos relacionados con la normativa del medicamento”, auguró el secretario técnico del ICOVV. De ahí, la necesidad de mantener una correcta trazabilidad tanto de entradas como de salidas, haciendo especial hincapié en el control y registro de los fármacos estupefacientes así como de aquellos que requieren de una especial atención (como son los psicotropos, medicamentos de uso hospitalario y envase clínico de humano y los medicamentos de prescripción excepcional por vacío terapéutico).
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org