Los fallecidos son personas de edad avanzada y con enfermedades crónicas asociadas. Desde el inicio de la epidemia, 67 enfermos han recibido el alta y 36 permanecen hospitalizados, 10 de ellos en unidades de cuidados intensivos. El Centro para el Control de las Enfermedades Europeo (ECDC, acrónimo en inglés) ha detectado el virus también en Portugal y sospecha que esté circulando en otras zonas del territorio europeo por lo que pide que se extreme su vigilancia.
Sólo en uno de cada 150 casos este virus ocasiona problemas de gravedad que pueden ser potencialmente mortales como ha ocurrido en Grecia. El principal factor de riesgo es la edad. Para la gran mayoría, la infección puede pasar desapercibida o cursar como un catarro inofensivo. Las manifestaciones que más preocupan son las que afectan al sistema nervioso, como la encefalitis y meningitis.
Un caso en Portugal
El de Grecia es el primer brote de 2010, aunque tiene constancia de, al menos, un caso en Portugal. Fuera del territorio europeo, también se han detectado a lo largo del año infectados en Marruecos, Rusia e Israel. Todas estas regiones se sitúan en las principales rutas de aves migratorias, uno de los animales que participan en el ciclo de transmisión. Los mosquitos actúan como portadores del virus, se infectan al alimentarse de aves enfermas y después les basta con su picadura para propagar la enfermedad. En el brote griego, también se sospecha que todo comenzó con la llegada de aves que en esta época del año se refugian para su reproducción en el norte del país.
«Los recientes casos de Portugal y Grecia confirman que este virus está circulando en varios países europeos y que la transmisión humana es probable durante la temporada del mosquito», se advierte un editorial de la revista europea de enfermedades infecciosas. En el artículo se pide a los médicos que estén atentos a los síntomas de sus pacientes y tomen medidas adicionales, como hacer la prueba del virus en las donaciones de órganos y sangre. El virus del Nilo no se contagia de persona a persona con facilidad pero es posible la transmisión en una transfusión de sangre o una operación de trasplante.
En el sur y este de Europa, la visita del virus del Nilo cada vez es más habitual. Durante los últimos 15 años ha habido brotes en Rumania, Hungría, Portugal,Francia y hace apenas dos años en el norte de Italia, muy cerca de los Apeninos. España tampoco se ha mantenido al margen. Se han detectado casos en Badajoz, próxima a la frontera portuguesa y en el Delta del Ebro. «Probablemente sólo sea la punta del iceberg, porque la mayoría de los afectados sufren problemas leves que escapan al diagnóstico», apunta Sabino Puente, responsable de la Unidad de Medicina Tropical del Hospital Carlos III de Madrid.
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