La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) trabaja, junto al Ministerio de Sanidad, en la redacción de un RD que regulará y flexibilizará la venta directa por parte de los propios productores de alimentos de origen animal al consumidor final. El RD, persigue equiparar la legislación española a la de otros países europeos y favorecer el desarrollo del medio rural y los canales cortos de distribución. De hecho, facilitará que los productores pongan parte de sus alimentos en la mesa de sus vecinos sin tener que pasar por las grandes cadenas de distribución. Eso sí, ateniéndose a una serie de requisitos en materia sanitaria y de higiene.
Para empezar, se permitirá por primera vez, aunque bajo ciertas condiciones, la comercialización de carne procedente de aves de corral y lagomorfos (conejos o liebres) sacrificados en pequeñas explotaciones. Carne que por ahora solo puede destinarse al autoconsumo ya que todos los animales deben pasar por mataderos autorizados -a excepción de las aves destinadas a la producción de foie-gras-. Esta exigencia, vigente a día de hoy, dificulta a los pequeños productores rentabilizar sus explotaciones.
Sin embargo, de aprobarse el texto, se podrá autorizar la venta directa a los vecinos de carne procedente de pequeñas granjas de conejos y liebres, de codornices y/o perdices, y de pollos que utilicen un sistema de cría ecológica, campera o en libertad.
‘Casos excepcionales’
Se permitirá además, aunque solo “en casos excepcionales y debidamente justificados”, que los cazadores vendan directamente a sus vecinos o a las carnicerías de sus municipios pequeñas cantidades de carne fresca de caza mayor silvestre. Aunque solo una canal por cazador a la semana y, de momento, no se contempla la posibilidad de hacer lo mismo con las piezas de caza menor; algo que ya han detectado y que reclaman desde la Asociación de Rehalas Regionales de Caza y Libertad (ARRECAL). De todas formas, para este tipo de venta directa de carne, la comunidad autónoma tendrá que establecer un sistema que permita asegurar antes su control sanitario que además, en caso de tratarse de especies sensibles a la triquina, deberá incluir un análisis de detección de esta enfermedad.
Lo que sí permitirá fácilmente la nueva regulación a los cazadores que hayan recibido una formación previa en sanidad animal (que habrá que especificar y desarrollar) es hacer ellos mismos una revisión inicial de las piezas abatidas y entregarlas directamente en los establecimientos de manipulación de caza para su control veterinario.
Borrador en la Comunitat
Fue precisamente éste punto así como otros tantos vinculados a la seguridad alimentaria, lo que ya provocó en noviembre la presentación de ‘duras’ alegaciones por parte del CVCV a un borrador de decreto similar de venta de proximidad remitido en octubre por la Conselleria de Agricultura valenciana.
- Ver heraldo.es / 22-3-2017
- Ver icovv.com
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