El Gobierno revisará las especialidades sanitarias, ¿también para veterinarios?

20-02-2017

El Ministerio de Sanidad quiere sacarle ‘todo el jugo’ a la anulación por parte del Supremo del RD 639/2014, donde se regula la troncalidad y otros aspectos de la formación sanitaria especializada. Porque, al contrario de lo que se manifestó en un primer momento con arreglo a una primera resolución del Supremo -referida a las insuficiencias de la memoria económica del decreto- en un segundo pronunciamiento emitido el 13 de diciembre, el Alto Tribunal sí entró a cuestionar el contenido expreso de la troncalidad. En ésa segunda resolución se atendió, de hecho, el contencioso-administrativo interpuesto por el Consejo General de Colegios Veterinarios de España (CGCVE). Ahora, fuentes del ministerio advierten que es el momento de hablar con “todas” las sociedades científicas para escuchar y valorar sus peticiones para establecer un nuevo modelo de formación sanitaria especializada. ¿Afectará tal revisión al único colectivo sanitario -los veterinarios- que no tiene una especialidad ni propia, ni multidisciplinar?; ¿supone un primer paso para el reconocimiento a los veterinarios de salud pública?.

En los próximos meses se podrá comenzar a atisbar una respuesta pero lo que ya es evidente es que se ha iniciado una carrera entre las distintas profesiones sanitarias para reconocer especialidades en la que el colectivo veterinario también quiere participar con protagonismo propio. Médicos, odontólogos, fisioterapeutas, farmacéuticos y por supuesto los colegios de veterinarios se han movilizado.

Desde Sanidad afirman que, de abandonar el proyecto de troncalidad, se modificaría el actual MIR en, al menos, dos aspectos. El primero, una renovación completa de todos los programas de las especialidades, aprovechando los esfuerzos técnicos realizados en las últimas semanas por las Comisiones Nacionales de las Especialidades, en la que la representación de los veterinarios brilla por su ausencia El segundo se vincula a la acreditación de unidades docentes, “siendo un área que necesita ser revisada y actualizada”.

El problema de SOCIVESC

Las reuniones con Sanidad ayudarán a que las sociedades científicas pongan encima de la mesa sus peticiones. Pero, ¿Con qué sociedad cuentan los veterinarios de salud pública?. Pues la única existente en este caso es SOCIVESC (Sociedad Cienti?fica de Veterinaria de Salud Pu?blica Comunitaria) que, según reconocía a este boletín su presidente, Marco Aurelio Sanchez Moreiro, lleva desde 2006 reclamando ser reconocida por el ministerio “obteniendo el silencio administrativo como respuesta”.

En próximas fechas, de hecho, mantendrán un contacto con varios diputados para tratar de corregir esta situación.
Por su parte, el presidente del CGCVE, Juan José Badiola, reconoce también que “es el momento idóneo para repensar el modelo de formación sanitaria especializada”. De ahí que ponga sobre la mesa la incorporación de los veterinarios a los sistemas de las residencias, específicamente a través de dos especialidades que podrán “durar cuatro o cinco años, según se considere oportuno”, indica.

La primera especialidad que solicitan es la de Salud Pública, una iniciativa que, incluso, ha contado con el respaldo de la Asociación de Residentes de Medicina Preventiva y Salud Pública (ARES). Sin embargo, Badiola es consciente de que la elaboración de la disciplina requerirá de otros procesos como la acreditación de unidades docentes y tutores, siendo fundamentales para el buen funcionamiento de la disciplina. Por ello no descarta la opción de aprovechar los recursos del MIR, compartiendo la residencia de la especialidad de Medicina Preventiva y Salud Pública entre médicos y veterinarios. Su apuesta, más pragmática, sería pues la de una especialidad multidisciplinar.

No es ésta la opción de SOCIVESC, que defiende una opción propia porque “son los veterinarios los que tienen las competencias básicas requeridas para la propia veterinaria de salud ública” y porque “la residencia compartida, la troncalidad compartida, no es incompatible con una especialidad propia para los licenciados de veterinaria en salud pública”, aclara Sánchez Moreiro. De crearse tal especialidad pluridisciplinar, “también se compartirían espacios profesionales que son inherentes a los veterinarios” insiste.

Otras especialidades

Badiola propone, además, otra especialidad anhelada, como la destinada al cuidado de animales durante la etapa de experimentación. “Hoy hay entre 60 y 80 profesionales que trabajan en esta área y que son fundamentales para garantizar que los animales usados en ensayos estén en pleno estado de salud y no fallezcan durante la etapa de estudio por motivos ajenos a la investigación, pudiendo afectar la fidelidad de los resultados”, ha adelantado.

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