Lo que antes era ‘venta en circuitos cortos de comercialización’ pronto será ‘venta de proximidad’ de productos primarios y productos agroalimentarios. El borrador de decreto que regulará la venta directa, del que ya han circulado diferentes versiones, pretende sustituir y elevarse por encima de la orden 15/2015 del anterior ejecutivo e impulsar definitivamente esta modalidad de comercio que trata de evitar los intermediarios garantizando la seguridad alimentaria. Una vez conocido uno de ésos borradores y a falta de ser consultado oficialmente, las principales dudas del Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) se ciernen sobre el tratamiento que se propone dar a la carne de caza.
“Desde hace años que reclamamos a Sanitat una norma específica que mejore los controles de las piezas cobradas en monterías, que suponga algún tipo de inspección para la caza menor y que fundamentalmente detalle la forma en la que se tienen que hacer los análisis de triquina en jabalíes”, explica Beltrán quien lamenta que con este borrador se añadan “nuevas incertidumbres y lagunas”.
Articulo 10
En este sentido, las mayores carencias detectadas en materia de seguridad alimentaria se centran en el art. 10, referido a los ‘requisitos, obligaciones y responsabilidades que han de cumplir los cazadores que quieran suministrar pequeñas cantidades de caza silvestre’. Efectivamente, en su apartado 3 se recoge que la “primera inspección” (la que se realiza in situ antes del transporte) podrá ser realizada “por un ‘cazador formado’ o un veterinario habilitado”. El CVCV insiste a este respecto, como ya hizo en anteriores ocasiones en conversaciones con la Conselleria de Sanitat, en que la figura del ‘cazador formado’ no está regulada. No existe un temario elaborado para impartir a los candidatos, ni un calendario de formación, ni establecimiento de entidad evaluadora. “Nos oponemos a esta figura y defendemos , como ya se ha regulado en otras regiones con mayor tradición cinegética, que sea un veterinario habilitado quien realice esta primera inspección pero si tenemos que aceptarlo, por lo menos, deben asegurarnos que tal formación la impartan veterinarios cualificados”, matiza Beltrán.
El borrador contiene además y al dejar al arbitrio del cazador muchos temas de higiene y seguridad, laxitudes en sus exigencias que deberían detallarse. Es el caso del transporte de las piezas hasta el local de inspección, para el que se acepta el coche particular “en adecuado estado de limpieza y mantenimiento”, sin concretar más allá (sin referirse al diseño, estado de conservación y de limpieza del recipiente de transporte); a la forma de extracción de las vísceras...
Pero, por encima de ello, el borrador obliga a trasladar los piezas antes de ser vendidas a salas de inspección de caza autorizadas para allí sí ser revisadas por un veterinario habilitado. El CVCV alerta que no existe ninguna sala de tratamiento de carne de caza autorizada en la Comunitat.
Caracoles
El CVCV también censura especialmente que, en lugar de regularla, este borrador dé cobertura a la recogida de caracoles sin garantías sanitarias. Moluscos que bien podrían ser recogidos en un campo recién tratado con fitosanitarios.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org