En una nota de prensa, Asaja defiende también que el negocio del toro constituye la principal garantía para el mantenimiento de miles de hectáreas de un ecosistema autóctono y netamente mediterráneo como es la dehesa.
Explica que la explotación del ganado de lidia se realiza en un régimen de extensificación donde cada animal dispone de entre 2 y 5 hectáreas de dehesa para pastar, por lo que "se puede asegurar que el toro bravo es la especie animal de todas las que se reproducen con fines productivos que goza de mayores cotas de bienestar animal".
Añade que desde el punto de vista social, la crianza de las reses bravas requiere el empleo de mucha mano de obra, más que el ganado vacuno en extensivo, y que buena parte de esa mano de obra tiene que ser especializada (veterinarios, biólogos o genetistas).
Asaja se refiere también a la importancia de los empleos eventuales que se generan para determinadas tareas (tientas y herraderos) y la actividad económica derivada (transporte especializado, medicamentos para el ganado, piensos, cercados o el turismo rural).
Por ello, concluye que "en un momento de grave crisis económica como la actual, nuestros políticos y administradores deberían sopesar mucho más la trascendencia que tienen sus decisiones y valorar si un puñado de votos de cara a una contienda electoral merece herir de muerte a un sector productivo que tiene una más que evidente importancia económica, social y medioambiental".
En estos momentos, la cría de reses bravas en España cuenta con una cabaña de 275.000 cabezas y son más de 1.300 las ganaderías registradas en el Ministerio del Interior.
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org