El problema viene de lejos pero estalló recientemente cuando el Colegio de Veterinarios de Valencia (ICOVV) hizo público que había instado con éxito a tres academias privadas de formación a que suspendieran tres cursos tras advertirles de un posible delito de intromisión o inducción a la intromisión. Conscientes de esta situación, en enero, de forma discreta, el Colegio de Alicante ya remitió al Consejo General de Colegios de Veterinarios de España (CGCVE) un escrito instándole a actuar y citando para ello un caso particular, la punta de un iceberg que ahora se ha descubierto y documentado: el de una no veterinaria que publicitaba su actuación como ‘fisioterapeuta de grandes animales’. En aquella carta, de hecho, la corporación alicantina ya aludía a que la dimensión del problema era nacional y que por ello debía ser el máximo órgano colegial el que ahondara en ello y actuara en consecuencia.
En junio, como se decía y a raíz de la actuación coercitiva del ICOVV -que recordó por carta a las citadas academias el riesgo de cometer un delito de intromisión- se volvió a poner en solfa la ‘invasión’ de ámbitos facultativos que estaban protagonizando algunos fisioterapeutas. El presidente de Icoval, Luis Eduardo Montes, aprovechó la asamblea general del CGCVE celebrada el 11 de julio para denunciar “la alarmante situación de la ‘fisioterapia veterinaria’” e instar nuevamente al consejo presidido por Juan José Badiola a tomar “medidas drásticas y urgentes para frenar este intrusismo profesional”.
Ante la falta de respuesta, Icoval ultima sendos informes, uno jurídico y un segundo documental sobre casos concretos de intromisión, a cuya información este boletín ha tenido acceso. La conclusión del primero, no por obvia, es menos remarcable: (...) “a la luz de las normas que ordenan los estudios de fisioterapeuta y de la regulación dada a las profesiones sanitarias de veterinaria y fisioterapia en el desarrollo de su ejercicio profesional es claro que los fisioterapeutas no pueden realizar actos clínicos con animales, al estar centrados sus estudios en las personas y su ejercicio profesional exclusivamente al ser humano y ser los actos clínicos con animales competencia exclusiva de los veterinarios”.
Colegios de Madrid y Cataluña
Más allá de los cursos impartidos por academias privadas, tan meridiana situación legal no ha impedido a multitud de universidades públicas y privados o corporaciones profesionales violentar el espacio exclusivo de actuación que les corresponde a los veterinarios.
La lista arranca con el propio Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid que, en su web corporativa y en la información dirigida a los ciudadanos, responde a la pregunta ‘qué es y qué hace un fisioterapeuta’ incluyendo en el listado su ejercicio en “Centros de Fisioterapia para animales (hipódromos, zoológicos, centros veterinarios,...)” o incluso en “gabinetes privados” al respecto de aspectos “innovadores como la fisioterapia en animales”. En parecidos términos se puede hablar del Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña, en el que existe una comisión de veterinaria formada, entre otros, por varios profesionales de la fisioterapia que se anuncian como “fisioterapuetas de animales”.
Existe incluso ya una Asociación Española de Fisioterapia aplicada en Animales dedicada a programas de formación en esta materia.
Las universidades tampoco son ajenas a esta intromisión. La de Murcia, la Católica de Ávila, Escoles Universitaries Gimbernat (UA de Barcelona) o EUSES (Universidad de Gerona) establecen, dentro de las salidas profesionales y como una competencia de los graduados en fisioterapia, la fisioterapia veterinaria. La Complutense de Madrid ofrece cursos de especialización en fisioterapia animal en los que no queda claro que sean de acceso exclusivo para veterinarios. La propia Universidad Autónoma de Barcelona ofrece un Master en Fisioterapia Equina destinado a formar veterinarios y fisioterapeutas. La Alfonso X llega más lejos e imparte fisioterapia animal a los estudiantes de fisioterapia en el hospital veterinario...
Puede dirigir sus consultas al Colegio de Veterinarios de Alicante enviando un mensaje a la siguiente dirección: secretaria@icoval.org