El mes pasado la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2015 exhibía la cara más amable de la profesión veterinaria: los licenciados con tales estudios eran/son junto con los matemáticos y los informáticos quienes más posibilidades tienen de ocuparse. Concretamente, la EPA atribuía a los veterinarios la mayor tasa de ocupación de entre todas las carreras superiores, un 80,48%. Más recientemente, el Instituto Nacional de Estadística (INE) difundía la otra cara, la más desagradable de ésa misma profesión veterinaria y, al referirse a la Encuesta Trimestral de Coste Laboral situaba a estos facultativos en el nivel más bajo, entre los peor pagados de todas las titulaciones, con un sueldo de escasamente 997 euros brutos al mes.
Los veterinarios, de hecho y según la citada encuesta del INE, comparten el vagón de cola de los sueldos más raquíticos junto con los servicios a edificios y actividades de jardinería (833,44 euros), los servicios de comidas y bebidas (887,75 euros), otros servicios personales (como peluquería o lavandería) (896,64 euros) y las actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento (982,6 euros).
Poco paro
La tendencia anunciada con los datos más optimistas de la EPA habían sido ya anteriormente confirmada por otros informes previos. En noviembre, el Ministerio de Educación dio a conocer los resultados del primer estudio de ‘Inserción Laboral de los Estudiantes Universitarios’, que situaba también a esta área de estudios universitarios como la quinta con mayor nivel de ocupación. Antes que ella quedaban las áreas de informática, matemáticas y estadística, salud e ingeniería y profesiones afines. Efectivamente, según se señalaba, cuatro años después de licenciarse, el 69,2% de los veterinarios españoles ya cotizaba, con independencia de si ejercía o no como tal.
Productividad
El factor más decisivo para los salarios es la productividad del sector, es decir, el valor añadido por persona ocupada. En otra encuesta reciente, referida en este caso solo al sector de servicios, el INE mostraba cómo los sectores con menor productividad eran lavanderías, peluquerías, servicios de comidas y bebidas y servicios a edificios y actividades de jardinería y, otra vez, actividades veterinarias. Todos ellos son justamente los que ocupan los niveles más bajos en cuanto a coste salarial.
El escaso tamaño empresarial es una de las causas de la baja productividad de parte de la economía española. Empresas mayores son más productivas y permiten mejores sueldos. Algo de eso parecen mostrar los sectores señalados por el INE. Las actividades con mayores sueldos se corresponden principalmente con sectores dominados por empresas de gran tamaño, como eléctricas, bancos, petroleras, aerolíneas y compañías de telecomunicaciones.
En cambio, entre los trabajos peor pagados están los de sectores más atomizados y las clínicas veterinarias serían la mejor muestra de ello.
De las más demandadas
La precariedad salarial, el hecho de no llegar siquiera a la condición de mileurista no ha desalentado hasta el momento la demanda por cursar estos estudios. Según los últimos datos disponibles, los del curso académico 2012/13, Veterinaria era, tras Medicina, la carrera más demandada por los estudiantes tras aprobar el selectivo.
Saturación del sector clínico
En los últimos cinco años la apertura de clínicas veterinarias en la provincia de Valencia se ha disparado casi un 50%, en Alicante lo hizo un 27% y en Castellón un 33%. Para el presidente del Consell Valencià de Col.legis Veterinaris, Francisco Beltrán Andreu, “es obvio que el mercado clínico está saturado y parece claro que es incapaz de absorver la plétora de nuevos licenciados que cada año salen de las facultades”.
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