Esto es posible gracias a que esta saliva "contiene productos químicos para conseguir atrapar a sus presas", a las que les inyectan dicha sustancia a través de sus dientes.
Tras comprobar estos efectos, los científicos transformaron una de estas sustancias para utilizarla para aliviar el dolor en humanos, si bien al principio debía ser inyectada directamente en la médula espinal, limitando su uso.
En su versión oral, consigue aliviar el dolor intenso, como el de las personas con neuropatía periférica, en dosis mucho más bajas que los medicamentos existentes y sin el riesgo de causar adicción.
Fuente: larazon.es
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