Recomendaciones del Grupo de Trabajo de Gestión de AVEPA ante la subida del IVA

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Junta del Grupo de Trabajo de Gestión de AVEPA (GGA)

El GGA, como colectivo de veterinarios que se dedican a la gestión empresarial de las clínicas veterinarias y vista la inminente subida del IVA que deberán cobrar los centros de atención a animales de compañía y a las numerosas dudas que surgen sobre cómo debe afrontar la profesión este aumento de 13 puntos de los impuestos que gravan las tarifas, ha considerado necesario dar a conocer a la comunidad veterinaria su opinión sobre este tema y realizar una serie de recomendaciones.

Las diferentes alternativas que se nos presentan

Visto este drástico aumento del IVA sobre los precios, hay varias alternativas a la hora de afrontarlo. Vamos a analizarlas brevemente:

1. Mantener mis precios actuales y asumir la subida de impuestos reduciendo drásticamente mis márgenes de beneficio, en un 10,74%. Entendiendo en este caso como margen de beneficio la diferencia entre el precio de venta (sin IVA), y el de compra (también sin IVA).

2. Realizar un aumento parcial de los precios finales (con IVA incluido), menor al 12,04%, de manera que asuma parte del impuesto y reduzca algo mis márgenes de beneficio.

3. Repercutir directamente este aumento en el precio final, de modo que los precios al público aumenten un 12,04%, manteniendo mi margen de beneficio.

Las primeras dos posturas suponen reducir más o menos drásticamente nuestro beneficio. En el primer caso podría darse incluso que llegáramos a tener pérdidas ingresando exactamente la misma cantidad que el año anterior. Vamos a poner un ejemplo con un caso ficticio:

Clinica que factura 300.000 € IVA incluido al año y que tiene unos beneficios antes de impuestos del 10%. Es decir, a final del año, tras restar todos los gastos habidos, incluso la retribución de los titulares o socios, pero antes de pagar los impuestos correspondientes, y calculados sobre la base imponible. Esto es, sin tener en cuenta el IVA:

Ingresos: 277.777 €+ 8% IVA = 300.000 €

Beneficio: se trabaja con la hipótesis de que esta clínica tiene un 10 % de beneficios, lo que podría reflejar la situación que más se repite actualmente entre los centros veterinarios españoles. Entonces, un 10 % sobre 277.777 € antes de impuestos: 27.777 € al año. El punto de equilibrio de esta clínica está en unos ingresos sin IVA de 250.000 €. Se entiende por punto de equilibrio como los ingresos necesarios para que el beneficio sea igual a 0 €, en otras palabras, cuando no existen ni ganancias, ni pérdidas, pero antes de impuestos en este caso.
Suponemos que en bruto facturará lo mismo, es decir 300.000€ pero que ha decidido asumir todo el incremento de IVA para no repercutirlo a sus clientes:

Ingresos: 247.933 €+21 % IVA = 300.000 €

Por tanto, la base imponible tras haber decidido asumir el IVA es menor que la que obtuvo previo a la implantación de la subida del IVA (247.933 € actuales respecto de los 277.777 € anteriores).

En este caso y suponiendo exactamente los mismos gastos (sin tener en cuenta el IVA que los grava) que en el caso anterior, no tendremos beneficio sino unas pérdidas de 2.063 € al año al no llegar a los 250.000 €, que se ha establecido como el punto de equilibrio de esta clínica. Es como si estuviéramos trabajando gratis, respecto al año anterior. Y si a eso le añadimos una probable retracción del consumo, cada euro de menos que ingresemos irá directamente a perdidas.

La postura del GGA

En esta subida de impuestos, en la que los veterinarios somos meros recaudadores, la posición de partida siempre debe ser mantener los precios brutos y aplicarles la subida de IVA correspondiente. Es decir, aplicar el cambio de IVA del 8% al 21%, ya que de otro modo lo que se haría es reducir drásticamente vuestro margen de beneficio, salvo que se consiga aumentar considerablemente el trabajo diario, cosa complicada en un entorno económico tan negativo como el actual.

Como es lógico, esta es una recomendación genérica y cada centro deberá analizar sus propios costes, márgenes y analizar su entorno particular para decidir qué política de precios será la más adecuada en su caso concreto. Es el momento de coger la calculadora y realizar los necesarios cálculos, en lugar de mirar simplemente cuánto dinero hay en el cajón al final del día.

Es imposible predecir los efectos que tendrá este incremento de la factura total en el consumo, aunque es razonable pensar que pueda existir alguna reducción del mismo, ya no solo por la subida de nuestro precios sino porque también suben los precios en muchos otros ámbitos y lógicamente disminuye el dinero del que disponen las familias y, por tanto, del que pueden dedicar a cuidar de su mascota.

Independientemente de la postura elegida, es recomendable comunicar este cambio impositivo a los clientes de cada centro veterinario, ya que una buena campaña de comunicación puede ayudar a minimizar el efecto negativo que esta medida pueda tener sobre su intención de gasto a partir de este momento.

Una opción interesante a considerar a partir de este momento, para reducir el impacto de futuras subidas del IVA, podría ser que se expongan y expliquen los precios de los Centros Veterinarios sin IVA y añadir que se aplicará el 21% de IVA. Esto se puede ver en las cartas de algunos restaurantes, por poner un ejemplo.

Esperamos que este somero análisis del GGA, realizado de la manera más sencilla posible, os sea de utilidad para calibrar que opción será mejor apara vuestra empresa.

Fuente: argos.portalveterinaria.com